No es preciso escribir
sobre grandes acontecimientos históricos o escándalos
protagonizados por famosos. Tampoco es necesario intrigar con
misteriosos crímenes o robos muy maquinados. Ni hace falta meterse a
fondo con lo político o religioso... Para conseguir que una obra
tenga éxito y el boca a boca le haga más publicidad que la
televisión o el anuncio en grandes vallas, a lo largo y ancho de
nuestra geografía. Basta con saber escribir como solo los
grandes saben hacerlo.
Una sencilla historia,
que puedes encontrar en cualquier parte. Unos personajes tan
cotidianos como los vecinos de tu barrio. Sentimientos y pensamientos
que seguro muchos sienten o tienen. Realidad sin barroquismos ni
estridencias malsonantes. Esos son los componentes; manejados con su
estilo propio, sencillo, con un profundo dominio del lenguaje que le
permite transmitir de forma clara y concisa. Logra con ello que te
sumerjas en la historia, te empapas de su sentir, gozas y sufres
porque la sientes viva, real.
Hablo de La Sonrisa
Etrusca, de José Luis Sampedro.
Descanse en paz.
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