04 diciembre 2012

RECORTES EN EL PORTAL DE BELÉN


Ya lo que nos faltaba, los recortes en el portal de belén. Imagino el cabreo de los fabricantes de figuras para el belén y por supuesto de los belenistas.
Esta vez no es el señor Rajoy ni la troika. No, el recorte viene directo del Vaticano. El Santo Padre, o sea, el papa Benedicto XVI, se ha cargado al buey y la mula del belén. Algo con tanta tradición entre los católicos al acercarse la Navidad, como es el poner un belén en casa para el disfrute de los niños y que conllevaba la participación de toda la familia, queda ahora recortado creando una polémica nueva e innecesaria. No son necesarios, los pacíficos animales, ni hay datos que confirmen su existencia en aquel día tan celebrado a lo largo de los siglos.
Siempre ha existido polémica con los animales, si era a la izquierda el buey o la mula, si hacia atrás o más cerca de San José y la Virgen. Hasta el punto de cambiar de posición a lo largo de los días mientras los camellos de los Reyes Magos avanzaban hacia el portal. Pero nadie tenía duda alguna de que los animales estaban ahí para dar calor al recién nacido Niño Jesús. Habrá que poner una estufa solar o algo parecido para suplir su ausencia, porque cómo explicamos ahora a los niños que ya no hace falta su calor y compañía.
En las catacumbas de la basílica de San Sebastián en Roma, apareció un pesebre del siglo IV con los animales. Aunque es San Francisco de Asís al que se le reconoce como el primer celebrante de la Natividad en el siglo XIII con la presencia de los animales, lógico dado su amor hacia ellos. Por ello es el patrón de los belenistas, también de veterinarios, los ingenieros de montes y por añadidura de los ecologistas. Predicó y vivió en la pobreza, ayudó a enfermos y desfavorecidos. Es un santo respetado incluso por aquellos que no creen en los santos ni son católicos.
Poco favor le hace el Papa ahora, quizá porque en estos tiempos de crisis, cuando los pobres aumentan y la necesidad de la gente hace tan necesario que existan personas como San Francisco de Asís. Y no siendo precisamente el Vaticano un modelo de pobreza, lo mejor es eliminar esos símbolos que puedan recordar que Jesús nació en un pesebre, como muchos pobres.
Hoy ya pocos pesebres quedan, pero cada vez son más los que nacen sin techo. La gente se agarra a veces a la religión, las creencias que le permitan soportar mejor las situaciones difíciles. Una pequeña ilusión les puede hacer sonreír. No tendrán cordero o manjares en la Nochebuena, pero sí habrá en un rincón un pequeño belén de arcilla o quizá de plástico, puede que ni eso, solo el dibujo del pequeño de la casa.
Muy poco oportuno ha sido el Papa recortando esa tradición, suerte que la mayoría no le harán caso y seguirán discutiendo si la mula va a un lado o al otro. Faltaría más, que a estas alturas tuviéramos que tirar a la basura al buey y la mula. No estamos para tirar y menos las tradiciones que a nadie perjudican y para algunos pueden ser lo único que les haga sentir que celebran algo.
Algo sí podemos celebrar, porque al Santo Padre le ha dado por soltar otra genialidad. Lo que antes nos contaron durante tantos y tantos años sobre los Reyes Magos, los de Oriente, los únicos magos porque el resto a veces ha hecho malabarismos con el pueblo en tal de seguir en sus doradas poltronas. Pero magia, lo que se dice magia de verdad, solo los Reyes Magos han hecho desde siempre. Tanto es así que nos hicieron creer que venían de Oriente y según el Papa, na de na, andaluces son los tres, del reino de los tartesos, que según las crónicas estaba ese territorio en lo que hoy es Andalucía.
Total, por un lado nos deja sin animales y por otro suelta una animalada que nos puede favorecer. Digo yo que si los Reyes Magos ya no están en Oriente y forman parte de nuestro entorno y pueblo, atenderán mejor las necesidades de la gente. Falta nos hace, así que vamos a dejarnos de pedir a terceros que andan lejos y procedamos a mandar recado a los Reyes Magos de Andalucía, para que nos saquen de la crisis.
Al loro, golondrineros, la carta hay que mandarla al reino de Tartesos, a la atención de sus Majestades los Reyes Magos Andaluces. Seguro que este año sí vendrán cargados de buenos regalos.
Sed felices.