20 diciembre 2008

NAVIDAD, UN AÑO MÁS

He puesto el árbol y el belén. Ya está, un año más sin los que no están. Y me duele el alma, me sigue doliendo como si fuese la primera vez, y quisiera sentarme frente al mar y dejar de pensar. Si elijo el mar y no otro sitio, es porque siempre lo he conseguido, me he perdido contemplando su inmensidad, y me he llenado sin dejar espacio al dolor. Apenas dura la cura, pero algo es. Dicen que es el tiempo el que todo lo cura; no es cierto, cuando hay un socavón dentro de ti, no basta con que pase el tiempo. Al contrario, se hace más profundo. Lo único diferente es que aprendes a disimular mejor. Le he perdido el gusto a saborear estos días como antaño. Y me duele no tener esa ilusión, ese nerviosismo por los preparativos. Esas discusiones interminables por el menú, que siempre acababa pareciéndose al de otros años. Seguimos celebrándola, pero nada es igual, ni siquiera diferente. Sólo el añadido de tener húmeda el alma durante todos los días. Y hay que seguir caminando por la misma senda, porque así es la vida. Pero hay tramos que quisiera saltármelos de golpe. La Navidad es uno de ellos. Y durante el festejo no estoy mal, porque te metes en la faena y no te da tiempo a más; pero el antes y el después, y sobre todo, cuando las luces se apagan... duele, duele tanto que nada te compensa y quisieras borrar esos días. Seguir con el trabajo, con lo cotidiano, con lo aburrido y con tu soledad mal digerida pero menos húmeda. Ni puedes mencionar que preferirías vivirlo como un día normal. Lo que antes era devoción ahora es obligación, y no puedes sentirte feliz por obligación. Feliz Navidad para todos aquellos que aún la puedan disfrutar. Y para el resto, Baci golondrinero, buena música chillout y una copa grande de limoncello.

17 diciembre 2008

EL VIRUS DE LA DESINFORMACIÓN

Un artículo en el periódico Levante del día 17, firmado por P.G.B, con la excusa de informar sobre la bronquiolitis inicia con el título bien alarmista "El virus que amenaza a los bebés". Como si fuese algo nuevo y a tener en cuenta de manera especial. Cuando es lo habitual en los meses de invierno. Por supuesto que tiene su importancia: individual, por lo que supone para cada familia que tiene a su hijo ingresado. Y colectiva, por el número de afectados. Que efectivamente, llegan a saturar los centros sanitarios de nuestra ciudad, públicos y privados.
Las salas de lactantes de todos los hospitales; dice, aludiendo a fuentes próximas a La Fe, se encuentran colapsadas desde el pasado domingo. Colapsar, significa paralizar la actividad. Nada más lejos de la realidad, por lo menos en La Fe se trabaja a un ritmo frenético tratando de mejorar la salud de los pacientes y dando las altas cuando su estado lo permite. En esta época, evidentemente, la cama es ocupada de inmediato.
El mismo artículo dice textualmente "Médicos de La Fe afirman que el centro tiene que estar vacio el próximo martes". La causa, las vacaciones del personal por la Navidad y sigue "la necesidad de "vaciar" el hospital hizo que los facultativos que exigian el ingreso de los enfermos, sugirieran ahora a los pacientes que cogieran el alta ante la inminente falta de personal por las vacaciones de Navidad". No estaría de más que mencionara los nombres y apellidos de esos "médicos" y los casos.
A esto bien puede llamarse comunicación irresponsable, con resultado probable (deseado o no) de crear inquietud en la población. Cuando es fiesta (incluidos sábados y domingos), las técnicas de exploración ordinaria no se realizan y si el paciente no precisa hospitalización por otro motivo puede ser dado de alta , reingresando cuando tenga la fecha de la exploración; ahorrando a él mismo y a la familia el trastorno que puede suponer estar ingresado, y por supuesto también representa un ahorro para el centro sanitario. Eso es una práctica habitual de cualquier centro y debe serlo todo el año. Lo cual es muy diferente a lo que se dice en el artículo: que da a entender, que siendo preciso el estar ingresados, se les sugiere irse para que el personal tenga vacaciones.
Manipular la información es siempre aberrante, pero cuando se trata de temas sanitarios lo es mucho más. El personal librará, como el resto del año los días que pueda dependiendo del trabajo. Se darán las altas que puedan darse, atendiendo como es normal al estado del paciente. Y eso no quiere decir que los hospitales se queden vacios, las urgencias siguen abiertas las 24 horas del día para todo aquel que lo precise, y por tanto, quien tenga que ingresar ingresará, y si precisa le sean realizadas una o cien exploraciones urgentes se harán, como siempre. Algunos de los que trabajan en La Fe podrían dar "fe" de las numerosas navidades que han estado las salas llenas, por desgracia. Y si digo por desgracia, es simplemente porque a nadie le gusta comerse el turrón en un hospital, sea enfermo o profesional. Feliz Navidad a todos, incluso a aquellos que informan tan mal y espero que lo hagan porque a su vez les han malinformado.

16 diciembre 2008

BAYAS GOJI

Hola golondrinas, tengo una noticia importante (va de salud). Se trata de las Bayas Goji, una fruta del Tibet; las mejores, las cultivadas a unos cuatro mil metros de altitud. Al parecer por allí viven más años y con mejor salud y dicen que uno de los motivos es que consumen a diario esas frutitas secas. Pienso que pueden ser importantes en el resultado vital de esas gentes, pero también debe influir que hay pocos contaminantes por allá; vamos que, pocos coches y menos fábricas (nada de nada). No creo que tengan que fichar o firmar cada día al iniciar el trabajo, con el estrés que a veces supone llegar a tiempo. Ni seguramente hagan frente a hipotecas imposibles. Tampoco creo yo que aguanten programas insufribles en la televisión sobre los amores y desamores de famosillos del tres al cuatro; o pelis de esas que la mitad del rollo son tiros y sangre, mucha sangre. Apuesto a que no hay caravanas a la entrada de las ciudades en las horas punta. Y oye, de lo que sí estoy segura es que no comen comida envasada, perritos calientes o hamburguesas que sólo Dios sabe que llevan. Ni se meten un sábado por la tarde en un centro comercial, por aquello de distraerse un poco ya que es fiesta, dándose codazos para subir una escalera mecánica o haciendo cola para pagar en la caja.
En fin, que supongo que la vida de esas personas es bastante más relajada y sana que la nuestra. Y eso mis queridas golondrinas y queridos golondrineros es ya una buena medicina para no enfermar y vivir los cien años tan ricamente.
Pero yo por si hay algo de cierto, me las estoy tomando, ya os diré si dentro de unos meses he rejuvenecido. Estoy buscando el traje de comunión por si acaso, porque dada mi estatura, si es mucho lo que me rejuvenecen igual tengo que volver a hacerla. Son 33 las razones para tomarlas, me conformo con que sólo tres resulten ciertas. Baci golondrinero.