28 marzo 2012

LA ESTRELLA DE TU JARDÍN

“¿Por qué a mí, se me ha caído una estrella en el jardín?”

Así decía una canción de Mari Trini, en la que hablaba de un amor que llegó del cielo y ella le dio todo su calor.

La vida es un regalo de tiempo limitado, tan breve como una flor. A veces tan frágil y bella como la flor del almendro. En ese escaso tiempo podemos sufrir y gozar. Cada minuto feliz vale por cientos de aquellos que no lo son, esos son los que alimentan el corazón y dan la fuerza para soportar el dolor y seguir viviendo.

¿Por qué cae esa estrella en tu jardín? Poniendo a prueba tu valor, tu resistencia frente a la adversidad. No lo sé, ni comprendo a qué viene sea todo tan cruel. A veces pienso que “alguien” está jugando con nosotros. Somos marionetas del gran teatro de la vida; como tales, no sé quién, mueve los hilos y danzamos con alegría, felices. Pero en ocasiones lo hacemos al son de una trágica melodía. Y no podemos bajarnos del escenario, tenemos que seguir danzando y en la medida que somos capaces de no perder el ritmo sin romper el hilo, suene lo que suene, ganamos la partida. Solo es un juego, para “alguien”.

Admiro y respeto. A todas aquellas personas que no pierden el ritmo aunque anden a tropezones y son capaces de seguir sonriendo, porque el cielo les mandó una estrella a su jardín, tan frágil como la flor del almendro.

Esther, mamá de Héctor. Golondrinas verdes te acompañen en tu danzar por la vida.

NO A LA HUELGA

¿Cuántos de los que quieren hacer la huelga han leído la Reforma?
Hay quien irá por conocer a fondo el tema y estar en desacuerdo. Otros lo harán sin saber de qué va realmente la nueva normativa pero pensando que deben hacer algo por si es posible que ayude a solucionar la crisis. Muchos, demasiados, arrastrados por la información manipulada de los sindicatos. Algunos, los hay, porque van siempre aunque no les toque el tema de cerca...

Son variadas las razones por las que la gente acudirá a la manifestación o seguirá la huelga. Cada una de ellas muy respetable. Salvo, cuando la decisión es tomada por coacción del entorno, miedo o engaño.
Habrán trabajadores, pequeños comerciantes o autónomos. Que se verán obligados por circunstancias diversas y harán huelga. No por su decisión libre, sino por temor. Eso no debería ocurrir a estas alturas de la democracia, pero hay piquetes "informativos" que con su actitud y modales, obligan a ello.

Yo estoy a favor de la reforma laboral. No porque crea es una panacea, sino por ser inicio de un camino que debemos andar para salir de la crisis. Un impulso que tiene defectos pero puede servir para poner la rueda de la economía en marcha junto con otras medidas. No me importa si el gobierno que la ha hecho se llama pepe o pepote. Es necesaria y ahora la tenemos aunque no sea del gusto de todos o con defectos.
Los Sindicatos UGT y CCOO, junto con la patronal. No han sido capaces de llegar a un acuerdo para elaborarla como era su obligación. Tiempo han tenido y la necesidad del país ha sido y es más que evidente. Ahora protestan los sindicatos y están en su "derecho". Sí, la ley ampara su protesta, pero moralmente no deberían abrir la boca y menos para decir lo que dicen. Usan el miedo como bandera. En realidad es su miedo el que les impulsa. Miedo a perder tantos privilegios como han tenido. Privilegios de los que no hemos disfrutado los trabajadores, sino unos cuantos altos representantes sindicales. Mientras han estado tranquilos, bien arropados de subvenciones, no les ha importado la situación de los parados ni los contratos basura. Así que ahora digo aquello "Por qué no te callas".

Porque vivo y sufro esta crisis, yo digo NO A LA HUELGA.

19 marzo 2012

ANA SIEMPRE ESTARÁ CON NOSOTROS

Ana se fue. A ese lugar del que nunca puedes regresar. Su cuerpo es el que quedará allá, pero no ella. Ana seguirá entre nosotros, junto a su familia, en la memoria de sus amigos.

No puedes ni siquiera preguntar ¿por qué? No hay otra respuesta, es la vida. Una vida que se nos presta y cuando decide ¿? Reclama lo suyo y te quedas sin ella.

Apenas ha podido disfrutarla, en plena adolescencia le vino la enfermedad y junto a ella el dolor, la angustia. Un sufrimiento inmenso para todos, más para ella. Junto a eso llegó la esperanza, con más dolor y angustia pero paliando la desesperación. Había alguna oportunidad de poder seguir con ese préstamo de vida y se hizo todo lo posible hasta agotar los recursos y con ellos la esperanza.

Unos tres años mal vividos, con pequeños intervalos de luz que se han apagado como una llama, poco a poco, resistiendo su rescoldo hasta el final, ya previsto. Porque fue anunciada casi la fecha y todos nos revolvimos contra quien hizo el dictamen por su crudeza que rayó en la impiedad. Pero estaba en lo cierto y quizá fue bueno a pesar de todo, porque este último tramo han sido todos más conscientes de la cruel realidad. No es que no lo fueran, no querían aceptarlo porque es general esa creencia de que la vida tiene un curso y no es la adolescencia el momento de finalizar. Consideramos lo natural que los abuelos precedan en su marcha a los padres y a los nietos, no al revés. Cuando ese turno se altera nos desconcierta y nos parece antinatural.

Pero estamos equivocados, la vida es algo personalizado y tal cual su tiempo. Tan natural es la marcha del anciano como la del recién nacido o el adolescente.

Eso nos lleva a preguntarnos ¿quién decide? Y ¿para qué?

El porqué toma esas decisiones la naturaleza, el macrocosmos o Dios, con el nombre que sea. No podemos comprenderlo, escapa a nuestras mentes la resolución de ese análisis. Es así porque nos negamos de buenas a primeras a sacar la primera conclusión básica. Al nacer ya tenemos la fecha de caducidad, personal e intransferible.

Cerramos nuestra mente porque lo que supone nos causa dolor inmenso. Cómo aceptar una madre o un padre, la marcha de su niña. La crearon para vivir, no para esto. Pero no decidimos nosotros.

Necesitamos apoyarnos en algo para seguir con la vida que nos toca sin caer en la desesperación cuando perdemos a alguien. Eso quizá lo encontremos en todos esos momentos felices que pudimos compartir, en el recuerdo exento del dolor. Para ello hace falta tiempo y serenidad hasta llegar a ver su rostro sin la huella del sufrimiento. No solo los que quedan necesitan tiempo, también el alma. Para acoplarse a su nueva situación, porque ahora todo es distinto, pero no así su esencia, su sentir.

El alma es inmortal, si tenemos la capacidad de aceptar eso, el dolor será menor y la comunicación mayor. Podremos seguir hablando, contando pequeñas cosas y hasta percibir sus respuestas. No hace falta ser creyente de religión alguna, basta pensar que cada cual somos algo más que un cuerpo efímero. Nuestro pensamiento, voluntad, sentimientos. Eso es nuestra alma y vive con el cuerpo, pero no acaba con él. Seguimos viviendo junto a los que amamos.

Ana sigue con nosotros.

04 marzo 2012

LA PRIMAVERA ESTALLA EN VALENCIA

A pesar de la crisis, en Valencia ya ha estallado el principio de la primavera. Llega como siempre, tronando con las mascletás al mediodía. Luce sol, aunque al igual que otros años, ya anuncian algo de lluvia. Falta hace y este mes de marzo será como todos, “Marzo marcero, o tan frío como enero, o tan falso como febrero”. Pero tranquilos porque “De marzo a la mitad, la golondrina viene y el tordo se va”. Y para entonces es cuando plantaremos las fallas y espero podamos quemar en ellas todo lo innoble que tenemos. El fuego es purificador y al igual que la lluvia, falta nos hace.
Entre bromas y veras, los versos críticos, satíricos o de alabanza; hablarán de todo cuanto acontece en nuestro país. Los monumentos mostrarán a través de los “ninots” lo que la palabra expresa. Será un nuevo estallido, tal cual una traca enlazarán los acontecimientos que hemos disfrutado o padecido a lo largo del año con sus formas grotescas plenas de chispa. Porque eso son las fallas, explosiones de ingenio y arte que muestran al mundo el sentir de un pueblo y su opinión.
En la noche de San José, acompañados de una buena ración pirotécnica, lo quemaremos todo. La primavera será nueva y limpia, tendremos por delante un año para acumular menos cosas malas para quemar en el siguiente. Una ocasión que no debemos desaprovechar, porque ya es demasiado lo que nos duele y nos cuesta.
Tantos casos de mala administración, descontrol absoluto sobre el gasto. Malversación del dinero público, abuso y uso indebido de todo aquello que tienen los cargos a su disposición. Coches, viajes, cenas... Que no eran necesarias tantas ni de tan gran coste, para el ejercicio de la función pública. Hay un refrán en valenciano que dice “El que no fot ni roba, es perqué no pot ni troba” Su traducción: “El que no jod... ni roba, es porque no puede ni encuentra”.
Lo han hecho suyo muchos políticos, han buscado y encontrado cómo robar o medrar utilizando lo que no era suyo y tenían obligación de bien administrar. No son todos, por supuesto, pero sí demasiados y de todos los colores del arco iris político.
Recuerdo cuentos de príncipes y princesas. Parece ser que no vienen a cuento en estos tiempos de ideología de género. Pero uno que yo tengo en la memoria hablaba de una rana que se convertía en príncipe por el amor de una princesa. En efecto, ahora no viene a cuento porque es justo lo contrario. El amor de una princesa elevó a príncipe a la rana y pasados unos pocos años, acabó convertido en sapo por su ambición, desprecio a lo establecido y sobre todo a la princesa. En cuanto a ella, sin comentarios, ya se verá. Solo decir, aunque el amor sea ciego, no lo es con el dinero...
No son menos culpables aquellos que le bailaron el agua. Nunca mejor dicho, buen Sancho, porque en este caso pagaron con miles de escudos de oro lo que no valía un vellón de pobre cobre. Solo por esperar salir en la foto junto a tan “noble duque”. Los dineros de la hacienda pública tirados cual traca, pero sin goce ni divertimiento para el pueblo. Son culpables de abuso y mala administración. Quizá en lo legal no sea así, puede que ni siquiera les imputen en nada, pero en lo moral, lo son. No me atengo a la presunción de inocencia, porque está claro, tan claro como el agua, que un “foro” no vale un millón de euros.
Será menos trascendente en lo económico, pero no así en lo moral, el caso del Muy Honorable señor Camps. ¡Qué vergüenza! No digo el hecho de recibir uno o veinte trajes, como si de una amante se tratase. No, siento vergüenza ajena por su falta de compostura durante el juicio y sí, también por no respetar el cargo de Presidente, manteniendo relaciones con amistades muy peligrosas. El poder exige soledad y respeto al cargo, para poder ejercer sin influencias que desvíen la atención o requieran prebendas por favores pasados o futuros.
No saben dónde están, creen estar ungidos por la gracia divina y ello les concede una bula para todo. ¡Ignorantes desvergonzados!
Quemaremos en las fallas todas esas historias innobles y esperemos que la luz de la primavera ilumine a los legisladores para que hagan las leyes necesarias que frenen esta escalada de ladrones y malos administradores.
A quien pueda parecer que en tiempos de crisis no debiéramos quemar nada, estas son buenas razones que justifican las fallas. Además de ser fuente de ingresos durante todo el año para miles de valencianos. Sin las fallas tendríamos más parados, ya son demasiados y en parte por todas estas cuestiones, porque mientras solazaban con el duque, no pagaban a los proveedores.
Ciao golondrineros, sed felices, oled la primavera valenciana. Huele a pólvora festiva, a música y alegría.