20 febrero 2010

PEINETA Y PANDERETA ¡OLÉ, OLÉ, OLÉ!

Significativo del ambiente nacional ha sido el gesto del ex presidente señor Aznar (clic en el título para verlo si es de tu gusto). Porque es cierto, nos dan, ya lo creo que nos dan, no a todos, pero nos dan a muchos.

Ignoro si esta conferencia era de las muy bien pagadas, o si por el contrario ha ido a compartir sus conocimientos de forma altruista con los universitarios. Sea como sea, no ha estado bien. Tampoco lo está que le insulten; aunque si era pagada, el precio es para compensar cualquier molestia o menosprecio, porque a fin de cuentas está claro que a todos no puede caer bien.

El señor Aznar, desde su posición y experiencia, debiera saber contener sus impulsos. No ha sido así y es quien ha quedado mal, porque los otros, los de los insultos, eran desconocidos para la inmensa mayoría y ninguno ha sido presidente del gobierno de este país.

El respeto es algo que uno tiene que ganar a fuerza de respetar, aun así, habrá gente que no llegará a mostrarlo nunca por carecer de educación. “No ofende quien quiere sino quien puede” No es mía la frase, pero es buena en esta ocasión y me pregunto ¿Acaso puede el señor Aznar ofenderse por estos jóvenes a los que no conoce? Puede, sí, puede que sí. Pero lo que no debe hacer es comportarse como ellos o peor, porque es un ex presidente de España. Y eso, señor Aznar, merece que tenga Ud un respeto y obliga a un comportamiento más digno.

Aunque la verdad es que en este país, una parte importante de la clase política, aunque no emplee “la peineta” sí es cierto que están siendo una muestra de saber más de “pandereta” que de ejercer el oficio de político y del respeto que ello implica. Los rifirrafes casi diarios a los que nos tienen acostumbrados, con dejación de lo que en realidad les concierne y que es ni más ni menos que: gobernar o hacer oposición. Provocan una crispación y una corriente de malos modos. Y es evidente que el señor Aznar ha hecho eco de ella, cuando en realidad él, ya no está gobernando y ni siquiera es representante del partido de la oposición.

Estamos cansados de escuchar frases malsonantes de los políticos, añadir ahora gestos de pésimo gusto y extrema vulgaridad, raya en la indecencia no permisiva. Este país y sus gentes merecen un mayor respeto y mejor educación, tanto de los que están ejerciendo la política, como de aquellos que la ejercieron y siguen viviendo de ella por haber ejercido.

Sería bueno que alguien tuviese una fórmula mágica, que hiciese enmudecer a todos los que dedican el tiempo a decir sandeces en lugar de trabajar para salir de la crisis, que ya huele... huele a muerto.

Mueren las empresas, pymes; mueren de angustia los parados; de miedo los que trabajan por si les despiden; mueren de aburrimiento los comerciantes... muere la esperanza de ver la luz al final del túnel. Mientras, suena la pandereta y alguien hace la peineta.

Requiem por España. Esperemos que no sea el de Mozart el que suene y podamos cambiarlo por una canción de Pepe Blanco ¡Alegría señores! porque otro Pepe y también Blanco, puede sacarnos del hoyo en el que estamos. Brindo por ello con limoncello.

Buenas noches golondrineros, sed felices.

07 febrero 2010

OREMOS HERMANOS

Jo, vaya días que nos tocan. Y menudos políticos que nos hemos echado encima y lo difícil ¡Qué digo! Lo imposible que puede ser que renuncien al sillón (unos y otros).

Y en verdad os digo... Sí, lo digo totalmente en serio: que se vayan a la p... calle todos. Porque es más que evidente, no sirven ni unos para gobernar ni los otros para hacer la oposición.

El país va al carajo; pero tranquilos, no pasa nada porque nuestro presidente está orando y seguro que se produce el milagro de la multiplicación de los panes y los peces ¿Pero cómo? Porque creo recordar que entonces alguien aportó: cinco panes y dos peces, y Jesús los multiplicó. Pero ahora ¿Quién? Aportará los panes y peces necesarios. Peliagudo lo tiene el presidente, porque dudo de la buena voluntad de quienes sí tienen, a pesar de la crisis, panes y peces. Y sin la materia prima, por muchos desayunos de oración, no puede hacerse el milagro.

El paro sigue aumentando y todos podemos verlo, muchos además sufrirlo, a pesar de las bombas de humo que lanzan para disimular. Los sindicatos, Jo (los incluyo en lo de ir a la p... calle), en un alarde sin precedentes en los tiempos que corren, han levantado la voz contra la posible reforma en la jubilación. Humo, humo, humo. Parece que estemos en fallas, como ya están cerca. Pero ¿Alguien ha creído eso? Alguno supongo, porque crédulos los hay y habrá siempre. Y gracias a ellos siguen en sus sillones los avispados, los muy vivos. Y además, cuando los dejan (los sillones digo), el chollo es mucho mayor. Sí, lo que os digo; solo por hablar una hora u hora y media, nuestros ex (me refiero a presidentes no a maridos), según cuentan, cobran más de treinta mil euros (30.000), ahí es nada. El salario mínimo para escuchar ¿Qué? Pues al parecer tienen la piedra filosofal y son capaces de transmutar las latas de coca-cola o las de cerveza en oro y plata. Hay que preguntar si sirven las de fabada porque, según dicen, son las que más roban en los super.

Y siendo así, a la vista de como anda el país, me pregunto ¿Por qué no les contrata el gobierno? Por sesenta mil euros o poco más, entre el señor Aznar y el señor González harían el milagro de los panes y los peces en versión moderna. Porque, oye, latas vacías las que quieran, a mogollón. Y seguro que todo el mundo, a pesar de la crisis, aportaría su latita. Os puede parecer broma, pero no, para nada. Es solo una reflexión, una idea... una esperanza ¡Vamos! Que cuando las cosas están tan fatales cualquier plan que sirva para paliar la situación es bienvenido y a falta de ideas de nuestros políticos actuales (los unos y los otros), pues nada, que si los anteriores tienen la solución que vuelvan y lo apañen. Oye, y si hay que pagarles dos charlas a cada uno, pues nada, hacemos una colecta con lo que nos sobra a primeros de mes claro, porque a finales... como que no queda ni para el cepillo.

Es tiempo de oración. Oremos hermanos, por nosotros mismos, porque la caridad empieza por uno mismo. Aunque esto algunos lo entienden por comerse los panes y los peces ellos y no dejar nada para el resto.

Sed felices golondrineros y si tenéis una lata, no la tiréis porque puede que os la conviertan en oro o plata. Ciao.