30 junio 2010

EL PULSO DE LOS SINDICATOS. METRO DE MADRID

No todos a los que nos han recortado el sueldo somos funcionarios ni hemos tenido la subida salarial que han recibido los que trabajan en el metro de Madrid. Y lo hemos aceptado a pesar de que la medida era la más fácil para el gobierno, aunque no la más justa, pero insuficiente para el gran problema que tenemos, y, que el dinero lo siguen despilfarrando por todas partes. A pesar de eso, la huelga de “funcionarios” fue un total fiasco para los sindicatos. Hecho que no les ha merecido reflexionar. Cierto que a otros muchos, en las mismas condiciones, no se les ha tocado un euro de la nómina.

Y esa es la excusa que utilizan los trabajadores del metro de Madrid para hacer la huelga. He dicho los trabajadores y digo mal, los sindicatos: Pues es muy fácil, para ellos, convencer al personal cuando quieren. Ellos, los supuestos representantes de los trabajadores a los que no les restarán nada, sean los que sean los días de huelga, deciden hacer una huelga y además salvaje en un servicio público. Inaceptable desde mi punto de vista, como trabajadora de servicio público no funcionaria y como ciudadana. ¿Por qué en lugar de mirar hacia los que no se les descuenta, no miran al otro lado, a los que sí? ¿O miran hacia los millones de parados? La respuesta es de Perogrullo (que a la mano cerrada la llamaba puño) Es un pulso, una demostración de la fuerza que pueden tener los sindicatos, un ensayo para la huelga general. Sobre todo, fuerza, pues yo estoy segura, que a la fuerza estarán muchos hoy en huelga. Claro que ellos, los sindicalistas, nada pierden. No les descuentan nada por las horas de huelga ni pueden ser sancionados por no cumplir mínimos los que están liberados. Tras ese escudo, uno puede hacer los días de huelga que quiera y manipular a la gente con discursos exacerbados La media de lo que les van a descontar no llega a los veinte euros al mes. ¿Han calculado lo que pierden por cada día de huelga? A estas horas ya llevan perdido lo que les van a descontar en medio año y eso sin añadir las sanciones a los que no han cumplido los mínimos. No me salen las cuentas, salvo si lo que se está haciendo es, lo dicho, un pulso. Y a eso no juegan los trabajadores, pero sí los sindicatos.

O sea, que los trabajadores del metro de Madrid están siendo utilizados por los dirigentes sindicales para reafirmar sus propios intereses. Es decir, una clara amenaza al gobierno, al mostrar su pretendido poder, para que les siga dando el trato privilegiado que les ha dado, que les ha hecho creer que les daba, parece que el presidente Zapatero les ha utilizado y ellos se han dejado porque lo tenían bien pagado y su avaricia y vanidad es mayor que su inteligencia. Con lo que demuestran su ignorancia, prepotencia y estupidez.

Porque quienes hoy tienen, de verdad, la fuerza y el poder en España, son aquellos a los que les debemos los miles de millones de euros.

Si los sindicatos hubieran hecho los deberes, con la reforma laboral, a estas alturas las cosas no estarían como están. Los sindicatos mayoritarios han perdido la credibilidad y ahora se ceban con la gente, abusan de los dos millones de personas que utilizan el metro y al resto de ciudadanos de Madrid, para amedrentar.

Espero que la señora Aguirre resista el embate y no ceda al vulgar reto de estas gentes, a las que hace tiempo que no les preocupan los trabajadores “parados” o no, de este país, y, mucho menos el país. Esa es la impresión que dan, por lo menos a mí.

Buenas noches golondrineros, sed felices.

27 junio 2010

IMPRUDENCIA MORTAL EN CASTELLDEFELS

No pensaba escribir sobre este luctuoso suceso. Parece que no esté bien visto hablar mal de los muertos. Y, sin embargo, voy a hacerlo. Porque aun lamentando tanta desgracia es necesario recriminarles su actuación, su imperdonable imprudencia que no solo ellos han pagado con sus vidas. El efecto dominó de su acción hace que sus familias y amigos sufran su trágica pérdida, un dolor provocado de manera gratuita, por su estúpida incursión en las vías. Imperdonable el sufrir que les han causado.

Pero hay otras personas que han tenido que vivir en vivo y en directo el espectáculo dantesco del accidente. No son amigos ni familiares, no les deben padecer una mala hora y, puede que sean muchas las que sientan, si no dolor, un profundo malestar.

Unos por encontrarse presentes en ese momento y, otros, por tener que atender por su profesión a socorrer a los heridos, recoger los cuerpos destrozados y realizar todo lo necesario para identificar. Y, muchos, imprescindibles en estos casos, encargados de restablecer el orden o investigar. Sin duda, decenas de personas, que no olvidarán con facilidad esa Noche de San Juan.

Entre todos aquellos que son víctimas de esa nefasta imprudencia, hay que destacar al maquinista. Lo que esa persona sintió en esos momentos, seguro que le causó una herida muy difícil de cerrar. Y es de suponer que iba a la velocidad correcta, pero aunque así sea, era un tren de alta velocidad, no puede parar en el acto. El horror que seguro vivió nunca lo olvidará. Él estaba trabajando, las víctimas corrían a divertirse sin respetar las normas.

Podemos escuchar protestas de todo tipo: Si el paso estaba abarrotado, que si no había vigilancia... ¿Acaso estamos hablando de la salida de un parvulario? No, la cuestión es mucho más sencilla: La falta de civismo. El desprecio a las normas que un peatón debe respetar y que alegremente se saltaron a la torera y, el toro les cogió y fue mortal la cogida.

Hemos podido leer muchos artículos o comentarios de blog sobre el suceso. Uno me ha llamado la atención, por su disparatada conclusión xenófoba. No menciono el sitio porque no merece la pena atender a alguien que piensa que “no habían vigilantes en la estación porque era una fiesta de suramericanos...”

La Noche de San Juan, es una fiesta muy mediterránea y de gran parte de España. No sé si también hay costumbre en América del Sur, pero desde luego aquí la hay. Y, al parecer, los vigilantes estaban previstos para el regreso de la fiesta, momento de mayor aglomeración. Porque las autoridades tienen que prever que somos unos críos maleducados que hay que controlar.

Pero, ¿estamos locos? Sí, si necesitamos que alguien nos impida bajar al foso de una vía y cruzarla. Cuando hay un paso inferior y otro superior para pasar al otro lado sin peligro. Hay que esperar porque un montón de gente quiere hacer lo mismo y, claro, no queremos esperar porque el orden es aburrido. Quien mucho corre, pronto para. Esta vez, por desgracia, para siempre.

Descansen en paz, once suramericanos y una mujer rumana, residentes en España, por tanto, conciudadanos. Y ojalá mejoren, cuerpo y mente, todos los heridos.

Buenas noches, golondrineros, hoy tomad ración doble de limoncello. Ciao.

16 junio 2010

MEMORIA HISTÓRICA. ¿DE UN LADO?

Volvemos a “la memoria histórica” y ya huele. Es un tufo que desprende esa España “negra” que no solo no perdona ni olvida, sino que desea, o así lo parece, volver a remover las heridas de TODOS. Porque la guerra civil dejó herida a mucha gente, de los dos lados. La guerra la perdimos TODOS. Nadie ganó con ella, aunque algunos así lo pensaron entonces, otros lo siguen pensando ahora y quieren regenerar el odio. Lo último es un vídeo de la Plataforma contra la Impunidad en el que relatan la historia de personas asesinadas “sin juicio ni sentencia”.

¿Creen que del otro bando no pueden hacer otro igual? ¿Hay alguien, con sentido común, que piense eso? ¿Qué buscan, qué pretenden? ¿Otra guerra?

Para que todos sigamos perdiendo, el tiempo y el sosiego que con los años hemos logrado. Parece que no les basta con lo que tiene que bregar este país en la actualidad. O quizá es para desviar la atención de lo que realmente importa.

Es muy mezquino, a estas horas, remover lo que supuso aquella lucha fratricida en la que TODOS PERDIMOS.

Yo no viví la guerra, mis padres sí. Mi padre luchó en el bando que “perdió”. Pero me contaron, ellos, mis padres, historias negras de ambos lados, de antes, durante y después. Ninguno de los dos quiso la guerra, pero ambos la sufrieron. Igual que ellos, millones. ¿Quién ganó? Bastante sufrieron los que les tocó vivir aquellos tiempos. Basta de recordar para seguir con odios que a nada bueno conducen, tratemos de vivir en paz, de olvidar aquel horror que no debió suceder.

A los que vivimos ahora nos toca luchar por el hoy y por el mañana. Y esa lucha la tenemos que hacer unidos, si queremos vencer. Dejen de remover los huesos carcomidos y atiendan a los que hoy pueden morir de hambre y desesperación. Claro que, es muy posible, que quienes hacen ese vídeo estén muy lejos de la realidad, no les afecta y, se entretienen en montar películas para distraer al personal de su miseria. Puede que no sea mala idea, entre eso y el mundial casi hasta pueden olvidarse, algunos, de que no tienen para cenar y de la reforma laboral.

Qué curioso, siempre que hay algo polémico, surge la “memoria histórica”. Pero de un lado. La memoria hay que tenerla de TODO y por TODOS, si es justicia lo que buscan, que dan motivos sobrados para dudarlo.

Sed felices golondrineros, tomad una copa de limoncello y vivid hoy, porque el ayer ya no existe.

12 junio 2010

BIBIANA ATACA DE NUEVO

No puedo por menos que sentir un cierto repelús después de leer esa noticia. Haced clic en el título si queréis leerla. Eso de que unos “agentes” controlen como quien dice, por todas partes, la aplicación de la “ley de igualdad”. A mí me suena a comisarios políticos. Agentes de un nuevo “Santo Oficio”, es decir, inquisidores a los que se les encomienda la vigilancia y persecución de la doctrina del dios en que parece que quiere erigirse el estado. Todo son normas de comportamiento según su criterio. Tenemos que ser cortados por un patrón, el que el estado imponga. ¡Ay de aquel que se rebele! Llegará la Inquisición y lo llevará a la hoguera. Porque tendrán que retornar las hogueras a la plaza pública, puesto que es la mejor manera de purificar el cuerpo y el alma. Está claro que hay que ir avanzando en disminuir todo aquello que sea discriminatorio, tanto en cuestión de sexo, religión o posición política. Pero más bien vamos por el camino contrario, la discriminación aumenta en tanto o cuanto no estés conforme con lo que el gobierno propone o impone.

Poner controladores por todas partes es propio de un estado autoritario. Y si añadimos a eso la situación por la que está atravesando este país, ya parece de chirigota el asunto. Claro que es muy posible que de eso sí sepa algo la señora ministra, de chirigotas, digo.

Ciao, golondrineros ¡Vade retro, Bibiana!

09 junio 2010

HUELGA DE FUNCIONARIOS

La incidencia es discutida, igual que siempre, cada cual da unas cifras. Por lo que yo he visto, en mi entorno, ha sido poca, pero excesiva. Y lo digo desde el convencimiento de no sentirme representada por dos caciques desvergonzados. Por tanto, cualquier seguimiento a una llamada de estos “señores” me parece un exceso de benevolencia, candidez o estupidez. Aunque, claro está, allá cada cual.

Yo tengo mis razones para pensar así, al igual que otros millones de españoles. Unos por estar parados, otros por tener amigos o familiares en paro. Y no es que me guste que me rebajen el sueldo, para nada.

Pero lo que no es de recibo, es que estos representantes de los trabajadores “subvencionados por el gobierno” incapaces de llegar a un acuerdo en todo un año. Que no han hecho ni una sentada por los casi cinco millones de parados (cuatro y medio porque no cuentan autónomos ni los no inscritos porque, para qué). Vengan ahora a decidir, ellos, que no los funcionarios, que hay que hacer una huelga. Me lo expliquen, porque ya se sale de lo comprensible por una mente que razone. Si los funcionarios fuesen tan nefastos en su labor como estos “señores”, este país, estaría mil veces más hundido de lo que está, que ya es mucho.

No es tiempo de huelgas, sino de negociar de una vez lo que ya debiera estar más que negociado y puesto en marcha. Si hubiesen cumplido con su función, es muy probable que el número de parados no fuera el que es. Y que el gobierno no se hubiese visto obligado a tirar de lo fácil para atender la deuda.

Los dos máximos representantes sindicales merecen el despido, no libre, sino muy justificado. Ellos son los que debieran ir al paro, por incumplimiento de contrato. Porque lo suyo es defender a los trabajadores, el derecho básico y elemental de cualquier trabajador y, que no es otro, que tener un trabajo.

Nadie debiera responder a su llamada, ni votarles ni secundar sus tardías e ineficaces manifestaciones. Porque ellos son de los que cuentan siempre a su favor. Que van cinco de cien, bueno, si tres votan que sí, han ganado por mayoría. Así hacen las cuentas y no les importa que noventa y cinco no quieran saber nada de ellos.

Si tuvieran un mínimo de dignidad, dimitirían. Pero en este país no dimite nadie y, menos, cuando se sigue percibiendo el sueldo tan gratuitamente. Son como esos a los que se les paga por los goles que van a meter y luego no meten por lesión u omisión. Estos “señores” no han metido un gol ni de penalti sin portero en todo este tiempo. Tarjeta roja a los dos, por su chulería y por no cumplir con su labor.

Pero tranquilos, que hoy seguro que lo solucionan. Si no llegan a un acuerdo, lo hará el gobierno, problema solucionado y ellos a cobrar tan ricamente sin dar un palo al agua.

Buenas noches golondrineros, no sufráis que pronto llegará el mundial y los que poco o nada comen se llenarán la boca gritando Goooool. Sed felices pase lo que pase.

08 junio 2010

PEDRO HA PARTIDO

Pedro ha partido, a ese lugar que imaginan remoto y, del que nunca se regresa, o quizá sí pero con otra apariencia. Hoy supe su nombre, cuando ya si lo llamo él no responde. Me gustó su sonrisa, su gesto sereno, su mirar afable y sincero. Pienso que fue un buen hombre, aunque no le conocí lo suficiente como para dar fe de ello. Pero sí, realmente dar fe de su bondad es lo que puedo. A fin de cuentas la fe es aceptar lo que se cree cierto por lo que uno percibe, aun sin pruebas.

Me ha dolido su marcha porque remueve en mis recuerdos. Por lo mucho que le echará en falta quien yo estimo. Y por la sonrisa apagada de dos niños, que no comprenden por qué ya no pueden ver a su abuelo.

Descansa en paz, Pedro. Allá donde vayas, te llevas mi afecto.