26 enero 2012

PRESIDENTE FABRA, RECTIFIQUE ¡POR UNOS RECORTES CON EQUIDAD EN LA COMUNIDAD VALENCIANA!

Hoy nos manifestamos en la Comunidad Valenciana contra el tijeretazo del gobierno autonómico. Es evidente la falta de recursos del gobierno, la deuda y el déficit que hay obligan a tomar medidas de recorte que nos afectan a los valencianos. Pero a unos más que a otros. ¿Será que unos somos más valencianos y otros menos?

El gobierno valenciano, “La Empresa” no es una empresa privada que tiene problemas y por tanto el empresario adopta unas medidas que afectan a sus trabajadores. Pero aquí se hace como si así lo fuera, los que tenemos un empleo público tenemos que pagar más que el resto, mucho más. ¿Por qué? ¿Acaso no es de todos los valencianos el problema? Esta “Empresa” es de todos y para todos en bien y en mal.

Resulta intolerable la injusticia de agredir de forma tan discriminatoria a los empleados públicos, solo por el hecho de ser muy fácil hacer caja a nuestra costa. Más que eso, es inconstitucional. Ya lo fue el recorte del gobierno central y ahora persisten en ello, ahondando en esa injusticia.

Establecen una mayor recaudación con el impuesto de la renta, eso es lo justo siendo necesario. Pero añaden una disminución importante de los ingresos mensuales a todos los empleados públicos, motivo por el cual pagaremos mucho más que cualquier otro valenciano, como ya pasó el año anterior con el gobierno del señor Zapatero y que tantas críticas recibió por parte del Partido Popular.

Aquí y ahora manda el Partido Popular con el señor Fabra a la cabeza y no han tenido en cuenta el hacer un recorte que afectase a todos en la medida de sus ingresos. Puesto que el problema es de todos los habitantes de esta comunidad. Actúan por tanto tan mal como lo hizo aquel a quien criticaron.

¿Acaso nos hemos enriquecido con sus derroches?

No han controlado, pero no somos los empleados públicos quienes hemos hecho eso. Son los dirigentes de esta “Empresa” que es el Gobierno de la Comunidad Valenciana. Han gastado en pitos y flautas sin control y ahora tenemos que ser los de a pie, los que no llegamos a fin de mes, los que paguemos por lo que ellos han malgastado.

Ya supone un esfuerzo, una contribución importante hacia nuestros conciudadanos el tener menos días libres y el salario congelado. Trabajas más por lo mismo, y bien, es una manera de compensar al resto por la estabilidad que supone el empleo público. La mayoría tiene comprometidos sus ingresos. Si estos disminuyen verán reducida su capacidad de hacer frente a los pagos, lo cual puede provocar impagos que afectarán a la economía de empresas. Un perjuicio causado directamente por el gobierno del señor Fabra.

Si es necesario rehacer la norma y aplicar un impuesto sobre la renta más equitativo, deben hacerlo. Pagaremos lo que nos toque a cada cual y todos contribuiremos de manera más justa para reducir el problema.

Tendrán que hacer examen de conciencia nuestros dirigentes. Aquí mandaba y manda el Partido Popular, no pueden echar la culpa de la situación a otros. Y está muy claro que los ingresos han disminuido considerablemente por la crisis, pero también tenemos los ciudadanos claro que somos muy dados a quemar en tracas aún sin sobrar y a gastar en grandes boatos sin venir a cuento o de manera muy desproporcionada al servicio dado.

Hemos asistido estos últimos tiempos a una pantomima de juicio por unos trajes. Un juicio que ha costado un buen pellizco, tiempo y medios por una estúpida cuestión que no debió darse. Cualquier cargo que es capaz de mantener ciertas “amistades” y determinadas “conversaciones”. No merece estar en política representando al pueblo. Aquí lo de menos son los trajes, la vanidad, la estupidez y la falta de respeto a lo que uno representa es lo importante. “No culpables” no quiere decir inocentes, es fácil de entender y si no lo entienden que se lo explique quien proceda.

Espero y deseo que aprueben una ley que haga muy difícil la mala administración y las prebendas. Pero mientras entra en vigor, controlen y sean rigurosos en lo que hacen porque los de a pie, los que vamos a trabajar por un sueldo para poder comer. No merecemos que nos traten como lo hacen mientras algunos privilegiados viajan a nuestra costa y viven a lo grande.

Por un recorte más equitativo para todos los habitantes de la Comunidad Valenciana, señor Fabra, rectifique por favor.

22 enero 2012

LUCÍA ETXEBARRIA EN DIQUE SECO

Hablamos de piratas en la red, no en el mar aunque sean navegantes. Según dice la ya famosa por algo más que sus libros, Lucía Etxebarria, deja de escribir porque está harta de la piratería.

Vaya, resulta que ella no es precisamente ajena a hechos poco plausibles y ahora pretende ser abanderada de esa lucha como si nunca hubiese roto un plato. ¿Es ese el motivo para dejar de escribir? No lo creo, porque si lo suyo es escribir lo seguirá haciendo aunque no publique. Pero sí es posible que esté en dique seco y trate de salir por peteneras para que sigan hablando de ella y abrirse camino por otros cauces. Porque eso de colgar una foto en facebook con la piel como vestimenta, es clara muestra de querer llamar la atención sobre sí misma, más que hacer campaña en contra de la piratería. Al parecer unos minutos después la ha retirado y ha colgado otra con poca ropa. ¿De qué va?

Ha hablado en su página de facebook de los gastos que tiene que asumir y el gran perjuicio que supone la piratería para su economía.

Pero no cuenta que recibió un Premio Nadal, el Premio Planeta y el Premio Primavera de novela. Todos ellos muy sustanciosos, incluso después de pagar impuestos y todos los gastos habidos y por haber son muy rentables en su conjunto. Mucho más que trabajar doce horas diarias en la construcción a destajo o lo que puede cobrar un profesor de universidad. Por supuesto hay que sumar las ventas del resto de sus novelas que avaladas por sí misma y por los premios, ha comprado la gente a pesar de la piratería.

Tampoco nos dice nada de la denuncia por plagio que retiraron tras pagar ella cierta cantidad. Ni recuerda al parecer que una revista la acusó de plagiar y ella les denunció y perdió, porque la información de la revista era cierta. “El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra” (Evangelio según san Juan). Por lo visto no es ella precisamente la que pueda arrojar piedra alguna.

El problema de esta señora es lo fácil que lo ha tenido. Publica su primer libro a los treinta, 1966. Dos años después recibe el Premio Nadal, el salario de un empleado corriente en un año. En el 2001 le dan el Premio Primavera que ya son como diez salarios de golpe. Y remata el esplendor en el 2004 con el Planeta, una pasta gansa, vamos que son un montón de salarios. Pero claro, no se cobra lo mismo por vender ejemplares uno a uno. Son muchos los gastos y ya hace tiempo que no cae un buen premio.

Yo trabajo por un salario siete horas diarias, también soy escritora y tengo muchos gastos, como cualquier hijo de vecino. He editado gratis en internet diez novelas y no se vende nada. Me he decidido por invertir en edición bajo demanda, pagando yo claro. Alguno vendo entre los amigos, en un quiosco y en una gasolinera. Intento recuperar lo invertido, no por ganar que sí quisiera, sino para poder editar otra novela; tengo veinte en espera.

Ya me gustaría a mí ser blanco de la piratería, después de llevarme a la saca lo que ella se ha llevado. Lo dicho, está en dique seco, bloqueada o volando con Miguel Ángel y su Capilla Sixtina. Ya tiene bemoles que se atreva a mencionarlo.

Por cierto, la información es de Wikipendia, Facebook y del Diario Vasco. Todos somos piratas y gracias a ello avanzamos en este mundo del conocimiento, la información y la distracción que es Internet.

16 enero 2012

MANUEL FRAGA. "¡Spain is different!"

Ha muerto Fraga, así, sin el nombre y sin el don. No por falta de respeto, sino porque de esa manera le conocíamos los de mi edad. Antes de nacer yo, él ya era un político. Formaba parte de la fachada gubernamental y más tarde de los entresijos de la política en la transición. También, cómo no, hay que reconocer su logro de aglutinar un gran partido que siendo de derechas, no lo pareciera tanto como para recordar tiempos pasados. Dudo que alguien no le conociera en sus buenos tiempos, era el más famoso por todo. Sus frases, sus gestos y la cantidad ingente de veces que apareció en la televisión. Por entonces nuestro juguete favorito, no había internet.
“Toda mi vida he dicho verdades sin condón y pienso morirme sin ponerme uno”, dijo Fraga tras conocer la postura del Vaticano contraria al uso del preservativo. ¡A buenas horas mangas verdes! Pero la frase resulta castiza, como dicha en la taberna del pueblo y eso casi siempre hace gracia.
No sé si dijo o no la verdad a lo largo de su vida, ni cuando aquello de “La calle es mía” Pero sí nos lo pareció en ese momento.
Hoy hemos podido leer muchas frases de elogio y algunas no tanto. En este país solemos alabar a los muertos con razón o sin ella. Pero yo no lo hago, tampoco lo contrario. Para mí forma parte de la memoria histórica que me ha tocado vivir, pero dentro de esos recuerdos no tengo bastante base para decir mal ni bien. Porque ya entonces, según la persona, Fraga era un demonio o un político con agallas y muy trabajador. Sobre todo, las agallas, por aquel baño en las contaminadas aguas que en su momento no me enteré, pero tantas veces he visto la foto que casi creo haber estado allí. Aunque según cuentan no fue en Palomares la foto, pero eso hicieron creer.

Carrillo, también sin nombre y sin don, ha dicho que era “Muy de derechas, muy autoritario...” y “Fue un hombre con talento y capacidad para adaptarse”. Creo resume lo que acabo de decir.
He visto varias fotos de los dos, juntos, sentados uno al lado del otro y departiendo con una sonrisa. Y esas fotos son lo que quiero resaltar porque es lo único válido en nuestra historia actual, la que vivimos. Dos personas, personajes históricos, hablan como amigos cuando antaño fueron enemigos. Eso es el mejor elogio para Fraga y también para Carrillo. Los dos supieron adaptarse y siguieron escribiendo historia, no en pasado, en presente y para el futuro.
Descanse en paz.

13 enero 2012

DESDE MATAS HASTA CAMPS. UN REPASO DE MALAS NOTICIAS

Casi un mes sin dar la vara a través de este medio que nos une en la distancia. No es por falta de interés, nada de eso. Tampoco por andar escasa de temas, hay de sobra. El motivo es lo menos divertido de esta manía, afición, vicio y hasta oficio no retribuido. Es decir, mi quehacer de escritora. Estoy corrigiendo una de mis novelas con la intención de publicarla. Cuesta un pico que te corrijan, ya ves, en un país en el que sobran expertos en todo. En el cual es capaz cualquiera de opinar no solo sobre los penaltis, también si la prima de riesgo sube o baja por esta o por la otra causa. Pues bien, lo que es corregir un texto de verdad resulta muy caro. No tengo más remedio que intentar enmendar yo misma los posibles defectos.

Aunque visto lo que, según dicen, cobraba un periodista por escribir los discursos del antaño presidente de Baleares, señor Matas. Parece calderilla. No he tenido ocasión de leer ninguno de esos discursos, pero seguro eran merecedores de algún ilustre premio literario para tener tan alto coste. Y digo yo, cuán trascendentes serían esas arengas para precisar tan ilustrada pluma.

Claro que, es frecuente entre algunos políticos o altos cargos públicos, pagar a precio de oro incluso de brillantes, lo que no merece calderilla.

Pero no todo es de calderilla, vale lo suyo y está pagado con lo que no es suyo pero lo comen, lo visten o lo disfrutan de lo lindo. También en estos casos tiran de chequera pública, así cualquiera, para darse el gusto de unas buenas mariscadas o excelentes cenas en prestigiosos restaurantes. El montante ronda en un año los 92.000 Euros. A eso hay que sumar compras de ropa de gran marca, bolsos de Loewe, viajes de vacaciones con la familia... hasta el tabaco. Nada, un poco más que calderilla, el asunto está en unos 30 millones de Euros. Estoy hablando de los zampabollos que dirigían la planta depuradora de Pinedo en la Comunidad Valenciana. Los llamo zampabollos por no decir otra palabra, puesto que son presuntos todos los imputados, pero aquí se cumple aquello “No solo de pan vive el hombre”. Y si bien también pagaban con dinero público facturas del supermercado, hay otras que no son tan de comer, sino de j... que también las pagaban.

Es evidente la afición que tiene la gente a ir de juerga con el dinero de los demás. En el caso del exdirector de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía, según cuenta el chófer de este señor. Los dineros, 450.000 Euros, se les iban por la barranquilla, es decir, no para los parados, sino para cocaína, copas y parrandas a todo tren. Es de agradecer en este caso la camaradería existente, director más chófer, de curda en curda, presuntamente.

No doy detalle del asunto del duque consorte porque ahí ya los números me descuadran por completo y la cosa aún no está contabilizada. Bien, presunto, siempre presunto por si acaso. Pero en el caso de ser cierto, hay que ser un redomado alelado. Creer que su cara bonita vale millones por haber emparentado con... Que eso merece sablear a medio país con todo el morro y por ser vos quien sois, podría quedar impune a tanta fechoría. Demuestra, no solo su falta de inteligencia, también su depravación. La avaricia rompe el saco, chaval. Si ya estabas colocado y viviendo como un príncipe. Ahora va y resultas un tocapelotas capaz de alterar el sistema gracias a no saber estar en la cancha en la que has tenido la gran suerte de entrar a jugar. Ya veremos en qué queda “el presunto”. Pero lo que está claro como el agua de alta montaña, es la estúpida y despilfarradora chequera de quienes contrataban servicios ridículos a precios desorbitados por el afán de hacerse la foto junto a la cara consorte. Si bien está que a uno le dé por ahí cuando el dinero es suyo, si no lo es, merecen el azote en la plaza pública todos los que contrataron esos “servicios”.

Después de todo esto, el caso Campeón, es nada y el “presunto” señor Blanco, pues ni mirlo.

Lo del Muy Honorable Señor Camps, porque sigue con ese tratamiento. Raya en lo ridículo. Mucho más ridículo es verle hacer gestos o murmurar, dando pie a que le llame al orden el juez. Guarde la compostura a la que le obliga seguir siendo Muy Honorable. Porque ya nos ha afrentado bastante oír su conversación telefónica. Si pagó o no los trajes me es indiferente, es menos que una buena cesta por Navidad y no por eso se sientan en el banquillo quienes la reciben. Lo que no puede hacer y lo hace, es ir de sobrado. No, por respeto al cargo que ha ocupado y porque va a seguir recibiendo el tratamiento de Muy Honorable Señor.

¡Qué país!

Buenas noches golondrineros, sigo corrigiendo.