22 noviembre 2008

LA DUQUESA DE ALBA

Ni sé las Grandezas de España que ostenta, pero es "la más grande". Por tanto merece un respeto, siquiera sea por la edad; más de ochenta tacos, perdón, años muchos años. Y muy vividos. María del Rosario Cayetana Alfonsa Victoria Eugenia Francisca Fitz-James Stuart y de Silva, que ese es el nombre completo de nuestra Duquesa de Alba de Tormes, se ha echado novio, según dicen. Y parece que muchos no lo ven bien. Pero bueno, ¿de qué vamos? Es qué la "más grande de España" tiene que dar cuenta de sus amores o desamores. Imagino a nuestra Duquesa, viendo el clamor del populacho, reír a sus anchas.
Puede, quiere y debe hacer lo que le salga de su aristocrático c... Piensan algunos que le patinan algo las neuronas. Pues no, yo no lo creo, lo que pienso es que doña Cayetana tiene claro que el billete de su último viaje lo tiene ya reservado y por qué tiene que reprimirse de esos pequeños placeres que aún tenga oportunidad de disfrutar. Que el señor en cuestión pueda tener intereses poco loables, es posible, pero ¿acaso importa? Seguro que a la Duquesa no le importa. Ella lo pasa bien y todo lo demás tiene, seguro, que resbalarle.
A mí que la Duquesa tenga o no novio, me la trae al fresco. Pero lo que sí admiro son las ganas de vivir de una persona de su edad, dejando a un lado títulos y honores. Mis felicitaciones a doña Cayetana por su ilusión por la vida, por salir a darse una vuelta en plan turista, en clase vip como corresponde faltaría más. ¡Olé, olé y olé! siga así mientras pueda y a quien le moleste que "se la pique un pollo" que para eso es vuecencia Grande de España. Y aquí, ya se sabe, somos diferentes y por tanto la Duquesa de Alba es más diferente que nadie, porque es "la más grande" Genio y figura hasta la... A esos que hacen burla de esa relación: tomen ejemplo y cuando lleguen a taitantos años, si llegan; tengan el valor de vivir, de beber hasta el último trago de su copa, porque una vez apurada ya no hay otra. Le deseo a su Excelencia muchos años de hacer lo que a vuecencia le venga en gana.

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