15 enero 2009

ISRAEL VERSUS GAZA

Resulta que la palabra genocidio fue creada por Raphael Lemkim, judío de Polonia, allá por el año 1944. Con ella se definían las matanzas por motivos raciales, nacionales o religiosos. Para las Naciones Unidas; el crimen de genocidio, es la negación de existencia a grupos humanos enteros. Sin palabras, ¿para qué? ya están los hechos hablando por sí solos.
La Ley del Talión habla de "ojo por ojo y diente por diente". Pero en esta guerra, cada diente israelí, supone cientos de dentaduras palestinas.
Y no entro en las razones de unos y otros, que seguro que cada cual las tiene más que justificadas. De lo que quiero hablar es de la desproporción, de la venganza más allá de lo irracional (aunque toda venganza lo es en sí misma). Dicen las encuestas, según cuenta la prensa, que los israelitas están mayoritariamente de acuerdo en estos ataques en los que la mayoría de los muertos y heridos son civiles (van ya en la franja de Gaza, al parecer más de mil muertos y superan los cuatro mil los heridos. Por unas decenas de Israel, algunos por "fuego amigo"). Lo justifican por el miedo que les causa estar pendientes de los misiles de Hamas y las bombas-persona que de repente estallan un día en un restaurante o autobús. Cercenan su libertad, su vida diaria está de cuando en cuando alterada por estos ataques terroristas.
Es terrible vivir con miedo al terrorismo, muchos son los países en los que lo sufrimos, pero no por ello vamos lanzando ataques indiscriminados contra las viviendas de los terroristas o sus simpatizantes. Porque si bien es cierto que suelen dar resultado, no lo es menos que para conseguirlo acaban con decenas de personas que no tienen esa condición. Y no nos olvidemos de los niños, de los muchos niños muertos o mutilados. De tantos huérfanos, de padre y madre. Privados de lo mejor de la existencia de la persona "la infancia" por tener que vivir esos horrores. Destrozando sus juguetes y con ello eliminando sus sueños sembrando el odio y el rencor, creando guerrilleros que en unos pocos años no les importará colocarse una mochila y apretar el botón en cualquier sala de fiestas. Aumentando con ello el miedo el terror y haciendo que siga y siga en un lado y otro la miseria del odio y la sed de venganza.
Y todo esto en realidad es secundario, porque lo que hay delante como bandera justificativa es una campaña electoral. Acabar con Hamas, y de paso, con cientos y cientos de palestinos tiene una motivación, "las elecciones del 10 de febrero en Israel". Y me pregunto si el pueblo israelí es consciente del uso y abuso de sus dirigentes de su miedo. Miedo del que por otra parte muchos de ellos pueden huir, pero no así los que tengan ese mismo miedo en el lado palestino. Los palestinos están en una trampa constante, de la que no pueden escapar, ni siquiera para morir en un hospital, porque hasta allí llega la campaña electoral de los dirigentes de Israel.
La Corte Internacional de Justicia debería estudiar esta "guerra-campaña-electoral" porque es posible que estemos ante un crimen de lesa humanidad. Y ninguna elección, ni acto terrorista lo puede justificar.
Mi solidaridad para todos aquellos que ajenos a la manipulación de la que son objeto por parte de sus dirigentes, tanto judíos como palestinos, están sufriendo esta sangría atroz y todo lo que supone. Porque si Palestina tiene Hamas, Israel no anda descalzo. Y mientras, el pueblo, las personas que quieren vivir en paz, sufren sus consecuencias y crecen en la incomprensión mutua. Que Dios nos ampare a todos, a vosotros por sufrirlo y al resto del mundo por permitirlo.

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