Feliz día del libro a todos los que leen a pesar de que a mí no me gustan esos días obligados a celebrar... lo que sea, están llenos de artificios. Los políticos se llenan la boca de palabras rimbombantes, hay eventos de todo tipo alrededor del libro, y vistas las muchas manifestaciones en pro de la lectura parece que la mayoría del país pasa el día con un libro en la mano; cuando si hacemos caso a las estadísticas los españoles leemos muy poco si nos comparamos con el resto de europeos. No quiere decir que no tengamos libros, los tenemos, pero a veces solo de adorno.
Nos movemos a menudo al son que tocan y hoy toca celebrar el día internacional del libro. Una fecha inventada para fomentar la lectura y al tiempo vender más libros y proteger los derechos de autor. Bien está si sirve para ello, pero poco es un día al año.
Yo lo celebro a mi manera, es decir, sin vender, regalando a todos aquellos que quieran uno de mis libros. Lo hago todos los meses durante cinco días, del 22 al 26, pero hoy toca esta celebración y por ello he alterado la fecha, del 23 al 27. Hay quien desconfía, piensan quizá que si lo regalas es porque no vale nada. Puede ser, pero seguro que esa misma persona que no se arriesga a leer a un autor novel, habrá leído algún libro que no le gustó aunque fuera de un superventas.
No voy a decir que mis novelas son la maravilla del siglo, tampoco que escribo muy bien. Mentiría y no creo que eso valga para nada. Lo que sí puedo decir es que gustan sin ser perfectas, o eso me dicen a veces. Escribir es un privilegio pero no es fácil hacerlo bien, cuesta ir puliendo errores y conforme avanzas ves más pero no todos. Por ello es bueno que te lean y digan lo que haces mal, son de agradecer los comentarios positivos y más los negativos.
Quien escribe disfruta con ello y aumenta su cultura, pero sin alguien que lea lo que ha escrito solo a sí mismo beneficia. Quien lee también puede disfrutar y aumentar su cultura, si son muchos el beneficio se multiplica y de eso se trata, aunque sea gracias a un libro regalado.
De la novela que regalo no digo nada, el comentario sobre ella está en Amazon.es.
Buenas noches, golondrineros, sed felices sin leer y leyendo.
Nos movemos a menudo al son que tocan y hoy toca celebrar el día internacional del libro. Una fecha inventada para fomentar la lectura y al tiempo vender más libros y proteger los derechos de autor. Bien está si sirve para ello, pero poco es un día al año.
Yo lo celebro a mi manera, es decir, sin vender, regalando a todos aquellos que quieran uno de mis libros. Lo hago todos los meses durante cinco días, del 22 al 26, pero hoy toca esta celebración y por ello he alterado la fecha, del 23 al 27. Hay quien desconfía, piensan quizá que si lo regalas es porque no vale nada. Puede ser, pero seguro que esa misma persona que no se arriesga a leer a un autor novel, habrá leído algún libro que no le gustó aunque fuera de un superventas.
No voy a decir que mis novelas son la maravilla del siglo, tampoco que escribo muy bien. Mentiría y no creo que eso valga para nada. Lo que sí puedo decir es que gustan sin ser perfectas, o eso me dicen a veces. Escribir es un privilegio pero no es fácil hacerlo bien, cuesta ir puliendo errores y conforme avanzas ves más pero no todos. Por ello es bueno que te lean y digan lo que haces mal, son de agradecer los comentarios positivos y más los negativos.
Quien escribe disfruta con ello y aumenta su cultura, pero sin alguien que lea lo que ha escrito solo a sí mismo beneficia. Quien lee también puede disfrutar y aumentar su cultura, si son muchos el beneficio se multiplica y de eso se trata, aunque sea gracias a un libro regalado.
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