05 febrero 2009

"CRISIS NACIONAL"

En plena crisis nacional e internacional. Los españoles tenemos que, una vez más, abochornarnos de nuestros dirigentes (en el poder o aspirando a él). Vergüenza ajena es lo que sentimos muchos de este país.
Mientras las colas del paro crecen y crecen. Los saldos deudores aumentan. Cierran empresas o sin cerrar están de brazos caídos. Nuestros políticos, porque nuestros son todos, se dedican a lo suyo básicamente. Los unos a prometer esperanza, a ensalzar lo maravillosos que somos y los logros que hemos realizado a lo largo de los años pero sin darle solución a las lentejas que faltan en muchas mesas. Le faltó remontarse al descubrimiento de América.
Los otros, que van de VIP y por lo visto les sobran ideas para arreglarlo todo, pues nada, como si tal cosa haciendo de Serlock Holmes. Porque seguramente los Reyes Magos les han regalado una lupa y una pipa. Y qué mejor manera de utilizarla que espiando las veces que va fulanito al gimnasio o qué amantes tiene benganita. Porque ya me dirán Uds, qué pueden espiarse los unos a los otros si son todos por el estilo. Bueno sí, las cosas del dinero, que ahí seguro que hay para espiar. Pero eso ni tocarlo.
Y mientras esto ocurre, las colas del paro dan la vuelta a varias manzanas en cada una de las oficinas. Las empresas de ETT cerrando, clara muestra de lo poco que hay que ofertar. La morosidad aumentando, los hombres del frac persiguiendo. La desesperación inundando las miradas y haciendo perder peso, porque la cesta de la compra cada vez va menos cargada a casa.
Los banqueros sonriendo, porque a pesar de todo, los beneficios siguen creciendo aunque sea menos, pero siguen creciendo y con ellos sus ingresos.
Pero tengamos esperanza porque, como decía mi madre, ni un mal ni un bien dura cien años. Y esta crisis pasará, claro que sí. Podemos estar seguros por varias razones; pero no porque lo diga el Presidente, que rara vez acierta en sus predicciones. Pasará la crisis y la habremos sufrido más, los que menos disfrutamos antes. Y después, cuando las aguas vuelvan a su cauce ni nos daremos cuenta de que ya no somos los de antes, lo consideraremos normal después de lo mal que lo hemos pasado con la crisis. Porque de eso sí podemos estar seguros, seremos más pobres, los que ya lo somos; y más ricos, los que ya lo son.
Esa es la jugada, reducir la amenazadora clase media, nos estábamos acercando demasiado, con hipotecas y préstamos, pero nos acercábamos demasiado. Éramos capaces de tutear al de la mesa de enfrente como si fuese un currante mas, ese día que nos acercábamos a un buen restaurante. A don fulano de tal y cual... tú, Pepe García, un Pepe cualquiera contándole tu último fin de semana en Baqueira. Las cosas tienen que volver a ser como antes, sí, no nos engañemos. Los currantes, aún con un sueldo mileurista y medio o doble mileurista no nos corresponde sentarnos en el mismo restaurante de don fulano de tal y cual. Y eso es lo que la crisis va a poner en orden.
Pero mientras esa depuración de clases se lleva a cabo vamos a sufrir, ya estamos sufriendo, incluso a muchos ni fuerzas les quedan para seguir sufriendo. Pero por favor, no desesperemos. En eso le doy la razón al Presidente y a mi madre, hay que tener esperanza. No de que cambien las cosas a mejor, no, simplemente de que acabe esto y cada cual ocupe el lugar que le corresponde. Y ya podremos dormir tranquilos, comiendo lo necesario para vivir. Porque oye, el marisco no es imprescindible, ni tampoco el buen vino. Así que nada de preocuparte, vivirás; no como un rey, pero sí como un vasallo que es lo que corresponde a tu linaje.
Yo tan feliz, porque lo que más me gusta es un huevo frito con patatas fritas, y eso creo que me lo podré permitir porque soy positiva y no pierdo la esperanza. Y es que tiene uno que nacer donde toca, para ser rico y vivir como tal. Está más que claro que las ostras son para los ricos, a mí no me han gustado nunca, así que no las echaré de menos.
Compañeros de fatigas, no desesperéis, detrás de la tempestad siempre llega la calma.









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