22 enero 2012

LUCÍA ETXEBARRIA EN DIQUE SECO

Hablamos de piratas en la red, no en el mar aunque sean navegantes. Según dice la ya famosa por algo más que sus libros, Lucía Etxebarria, deja de escribir porque está harta de la piratería.

Vaya, resulta que ella no es precisamente ajena a hechos poco plausibles y ahora pretende ser abanderada de esa lucha como si nunca hubiese roto un plato. ¿Es ese el motivo para dejar de escribir? No lo creo, porque si lo suyo es escribir lo seguirá haciendo aunque no publique. Pero sí es posible que esté en dique seco y trate de salir por peteneras para que sigan hablando de ella y abrirse camino por otros cauces. Porque eso de colgar una foto en facebook con la piel como vestimenta, es clara muestra de querer llamar la atención sobre sí misma, más que hacer campaña en contra de la piratería. Al parecer unos minutos después la ha retirado y ha colgado otra con poca ropa. ¿De qué va?

Ha hablado en su página de facebook de los gastos que tiene que asumir y el gran perjuicio que supone la piratería para su economía.

Pero no cuenta que recibió un Premio Nadal, el Premio Planeta y el Premio Primavera de novela. Todos ellos muy sustanciosos, incluso después de pagar impuestos y todos los gastos habidos y por haber son muy rentables en su conjunto. Mucho más que trabajar doce horas diarias en la construcción a destajo o lo que puede cobrar un profesor de universidad. Por supuesto hay que sumar las ventas del resto de sus novelas que avaladas por sí misma y por los premios, ha comprado la gente a pesar de la piratería.

Tampoco nos dice nada de la denuncia por plagio que retiraron tras pagar ella cierta cantidad. Ni recuerda al parecer que una revista la acusó de plagiar y ella les denunció y perdió, porque la información de la revista era cierta. “El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra” (Evangelio según san Juan). Por lo visto no es ella precisamente la que pueda arrojar piedra alguna.

El problema de esta señora es lo fácil que lo ha tenido. Publica su primer libro a los treinta, 1966. Dos años después recibe el Premio Nadal, el salario de un empleado corriente en un año. En el 2001 le dan el Premio Primavera que ya son como diez salarios de golpe. Y remata el esplendor en el 2004 con el Planeta, una pasta gansa, vamos que son un montón de salarios. Pero claro, no se cobra lo mismo por vender ejemplares uno a uno. Son muchos los gastos y ya hace tiempo que no cae un buen premio.

Yo trabajo por un salario siete horas diarias, también soy escritora y tengo muchos gastos, como cualquier hijo de vecino. He editado gratis en internet diez novelas y no se vende nada. Me he decidido por invertir en edición bajo demanda, pagando yo claro. Alguno vendo entre los amigos, en un quiosco y en una gasolinera. Intento recuperar lo invertido, no por ganar que sí quisiera, sino para poder editar otra novela; tengo veinte en espera.

Ya me gustaría a mí ser blanco de la piratería, después de llevarme a la saca lo que ella se ha llevado. Lo dicho, está en dique seco, bloqueada o volando con Miguel Ángel y su Capilla Sixtina. Ya tiene bemoles que se atreva a mencionarlo.

Por cierto, la información es de Wikipendia, Facebook y del Diario Vasco. Todos somos piratas y gracias a ello avanzamos en este mundo del conocimiento, la información y la distracción que es Internet.

No hay comentarios: