09 noviembre 2011

EL DEBATE. UNA CORRIDA QUE GUSTÓ POCO Y COSTÓ MUCHO

Lo más destacado de “El Debate” han sido los 550.000 euros que ha costado, o sea, más de noventa millones de pesetas. Está claro que la crisis es como el frío, no afecta a todos por igual.

No han cobrado los que han intervenido de la Academia de televisión, a pesar de ello la cifra produce bochorno en los tiempos en que estamos. Han puesto algo para picar, nada, unos bocatas de chorizo y la consabida tortilla de patatas, acompañado de cerveza y algún refresco, lo que tocaba para entretener el hambre. Digo yo que eso era lo que tocaba, pero cuando veo que el tentempié ha costado la friolera de 18.000 euros, me ha entrado la duda. Seguro que han añadido algún dulce y una copita de licor, sí, con eso ya me sale la cuenta...

Como la cosa era de mucho rigor, el tiempo era esencial controlarlo y en lugar de poner un reloj de arena, ecológico, o uno de esos que usan los jugadores de ajedrez que son muy precisos. Han contratado dos árbitros de baloncesto y les han dado una paga extra para pasar la Navidad, 1.700 euros. Me alegro por ellos, pero mejor hubiese sido coger a un par de parados que más falta les hace. Y, bueno, está bien que gasten 80.000 euros en el decorado del plató para un rato, porque imagino que habrán pagado algunos jornales y esa gente podrá llegar a fin de mes. Y no me parece despilfarro, no, porque ahora pueden desmontar el asunto y guardarlo en el desván para el próximo debate, vamos que no hay porque tirarlo, luego le pones tres pegatinas o lo pintas de otro color, cambias el año y listo. Es una inversión a largo plazo, por tanto hay que aplaudir que hagan inversiones tan rentables. Lo que no entiendo es por qué han tenido que ir al palacio de Congresos, teniendo buenos espacios en TVE, que es de todos, no hay que alquilar y pagar la friolera de 90.000 euros. Bueno nada, ya me he cansado de echar cuentas.

El caso es que la cifra total se sale de madre, y todo para qué. Para nada o para bien poco.

Vimos una corrida poco lucida, el toro era bravo, con mucho peligro, de nombre España. El primer espada salió al ruedo tocado por los “fuera, fuera” que en los últimos tiempos lleva escuchando. Y pasó por el ruedo con más pena que gloria inventando una faena que nadie creyó, al tiempo insistió con su versión del pasodoble del miedo que de forma machacona impone siempre al respetable. El otro diestro, lidió azuzado por esa música, y aun teniendo al público a su favor le faltó garra como siempre. Dio unos capotazos lucidores, con la muleta estuvo algo mejor, unos pocos pases de pecho y otros tantos derechazos. Y si bien recibió algunos aplausos, ni él ni “El niño del coco” como ya se le conoce al primer espada, mereció la vuelta al ruedo. La corrida que tanta expectación había causado fue en gran parte una decepción.

En la barrera pudimos ver Al Moderado, que no salió al quite en las ocasiones que debió. Pitos.

Buenas noches golondrineros, sed felices.


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