Estoy terminando mis vacaciones, hago balance y.... penoso, horroroso. ¿Por qué? Mi casa es una planta baja que hace esquina, y con esto del plan E, están construyendo una rotonda, o varias, porque aquí confluyen tres calles y una carretera, todo frente a mi casa. Está muy bien situada, un punto neurálgico del tránsito de coches, camiones, autobuses... en resumen con habitual ruido, ruido y ruido. A eso llaman estar bien situada. Pero, ¡Ah, caramba! ahora con las obras el ruido de antes sonaba a cantos angelicales. Porque no sé si sabéis que para hacer una rotonda hay que deshacer primero todo lo existente y eso significa: palas excavadoras, machacadoras, martillos demoledores, camiones.... Ruidooooo. Increíble, inaguantable, torturador y constante durante todo el día. Suerte que ha llovido algunos días. ¿He dicho suerte? Vale, suerte porque el agua es necesaria, pero se ha pasado tres pueblos en lo que ha caído, en la enorme cantidad de truenos y relámpagos, que siempre me han asustado aunque me gustan, soy así de rara qué le voy hacer.
Sí, penoso y horroroso pudiera haber sido, sino fuese porque yo me he pasado casi todo el mes en Roma. ¡Ja! Pues sí, he estado en Roma de la misma manera que viajo siempre, vía Internet. Me ha encantado tomarme un tartufo en la piazza Navona. Con algo de imaginación puedes cambiar el machacante ruido de las obras por el sonido del agua de la fontana de Trevi. Yo imaginación tengo, os lo aseguro, de no ser así hubiese podido perecer en estas retumbantes vacaciones.
Pero en lugar de volverme loca, hubiese sido lo lógico, he escrito otra novela y la he ubicado por Roma y algún que otro lugar divino de Italia, se titula Tango, he escuchado ni sé los tangos, me he sentido muy a gusto escribiéndola. Dentro de poco la veréis publicada en el blog. Además he visto Il Postino en español y en italiano, me ha encantado, me lo recomendó Angela. He leído de Anna Gavalda “Juntos, nada más. Está muy bien, entretenido, escribe mejor que yo pero la historia casi podía ser mía. También he leído de Sándor Márai “La herencia de Eszter” esto ya es más serio, en el fondo y en la forma, me ha gustado. He dormido algo más algunas noches, otras, simplemente no me he acostado por escribir. Y he empezado a estudiar italiano on-line. Bueno he hecho casi lo que me gusta y digo casi porque no he hecho todo lo que me hubiese gustado, pero el balance es positivo, lo malo es que todo se acaba. Menos el Ruidoooo, hoy están destrozando mi acera, sí justo en mi puerta como colofón de mis vacaciones.
Espero que el año que viene disfrutaré de una hermosa rotonda, me la he ganado sobreviviendo al Ruidoooooooo.
Ciao Golondrineros.
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