30 diciembre 2009

2010

Un año más o menos, según se mire. Prefiero pensar que es uno más para disfrutar de la vida, para compartir con los que quieres y perdonar a los que no quieres si en algún momento te ofenden.

Seguro que casi todos hacemos uno o varios propósitos que no cumpliremos, porque la intención no basta. Y probablemente iniciemos algún proyecto nuevo renovando nuestra ilusión y llenándonos de esperanza; puede que no lo llevemos a término o que sea un fracaso, pero mientras, nos sentiremos bien por estar intentando hacer algo más que lo cotidiano. Será así para muchos.

Sin embargo para otros muchos, demasiados, no hay proyectos ni ilusiones nuevas. Unos porque la salud no les acompaña en el camino, y es infinitamente más duro andar sin ella, a veces resulta imposible. No solemos valorar lo que tenemos porque ya lo tenemos, siempre aspirando a más. Pero cuando de salud hablamos debemos pararnos y dar gracias por tan preciado valor. Cuando hay salud todo se minimiza, y al contrario, cualquier problema se agrava si careces de ella.

El otro grupo para el que no ha lugar al proyecto ni mucho menos a la ilusión, aunque la esperanza nunca se pierda, es el de los parados de este país. Las cifras oficiales no alcanzan los cuatro millones, las reales superan los cuatro y medio, sino están cercanas a los cinco, si tenemos en cuenta a tantos y tantos autónomos que apenas trabajan unos días al mes o ninguno y que no figuran en ninguna lista. ¿Con qué pie deben entrar en el 2010? el derecho de poco les ha servido en el año que cerramos, el izquierdo dicen que es de mal agüero. Así que lo más seguro es que sigan como están, “PARADOS” esperando desesperados a que los Reyes Magos traigan de oriente, de occidente o simplemente de Moncloa una solución a su inmovilidad. Algo más eficaz, más constructivo; menos denigrante, menos discriminatorio y menos propagandístico: que los famosos 420 euros que apenas cobran unos 11.000 parados como si el resto, que dejó de cobrar antes del uno de enero del 2008, no tuviesen derecho a comer; y no hablemos de los que ni siquiera alcanzaron a cobrar por no haber contribuido un año por la falta de empleo.

Este próximo año, según el Presidente, acabará la crisis porque se iniciará la recuperación, y la creación de empleo será una realidad en los últimos meses del año. Palabras, y las palabras se las lleva el viento. Según la ministra, señora Salgado, seguirá la desaceleración del paro, ¿qué significa? Que la cifra total de parados seguirá aumentando aunque a un ritmo menor.

Panorama nada halagüeño para, con mucha probabilidad, unos cinco millones de españoles que tendrán que seguir sufriendo, (ellos y sus familias) la mayor parte del año o el año entero, el 2011 y gran parte del 2012. Porque, ¿cómo colocar a cinco millones en unos meses? Imposible, así que ese es el panorama que tienen algunos millones de personas en este país.

Pero parece que esa cifra no es “una demanda social” que obligue al gobierno de España y a la oposición, junto con sindicatos, empresarios y banqueros, (los últimos siguen teniendo la sartén por el mango) a dejar a un lado la insensatez y poner en marcha medidas realmente efectivas que ayuden a crear empleo; en lugar de dilapidar millones haciendo rotondas que están muy bien pero no llegan a mover la rueda de la economía ni medio punto. “Las grandes obras se hacen de las sobras” pero eso parece ignorarlo el gobierno.

En mi carta a los Reyes Magos pido para todos los españoles: salud y trabajo. Para nuestros políticos y fuerzas vivas de la economía: sentido común, una pizca de sabiduría, y respeto por las gentes de este país, que no merecen vivir la mayor crisis de Europa, ni sufrir a la clase política que nos ha tocado estos últimos años.

Para mis queridos golondrineros: felicidad, y que no os falte el limoncello. Baci golondrineros a mogollón. Ciao.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Victoria,

Feliz año, lo primero. Después, que es un honor tenerte por el blog de Nasti de Plasti. He estado leyéndote y descubro nada menos que escribes libros. Hay que echarle un ojo a esos libros de historias románticas. Los títulos, como "Golondrinas verdes" o "Liliana y Da VInci", muy sugerentes. Veo, por cierto, que en breve publicarás un libro llamado " Tango". Me preguntaba si el libro habla literalmente de tango. Mi papá es periodista, argentino y tanguero y acaba de publicar "La llamada del tango".
Bueno, sigue amando la vida apasionadamente, nada de templadamente, ¡con intensidad! El mundo necesita miradas como la tuya.

Un abrazo,

Patricio.