10 diciembre 2009

DESTEMPLANZA

La destemplanza, si de afectos hablamos, es un exceso.

Es decir, lo templado es lo adecuado. Cuando hay un exceso produce una reacción que lleva al desequilibrio emocional causando la pérdida de calor, alterando la armonía que la mesura conlleva.

¿Cuánto afecto debemos dar? ¿cuál es la medida del amor?

San Agustín hablaba de: “La medida del amor es amar sin medida”

Todo un dilema: pues si quieres mucho puedes llegar a la destemplanza. Pero si realmente quieres, no tienes medida.

Lo tibio es ni poco ni mucho, ni frío ni calor. ¿Qué se siente en ese estado? Nada. Eso es lo que se siente por alguien que ni conoces ni te interesa conocer. Puedes reírle una gracia o ni mirarle cuando pasa, nada te dice ni conmueve lo que pueda hacer. Pero esa indiferencia te permite vivir en tranquilidad, no altera tu karma.

Y quizá sea bueno a la larga ese desapego de los afectos. Seguro que se sufre menos y por tanto viviremos mejor. Habrá que ir aprendiendo a ser menos apasionados porque mejorará nuestro humor, se estabilizará la tensión, respiraremos mejor.... y nos moriremos mucho más sanos.

Así que: Si quieres vivir bien y morir mejor. Olvídate del amor.

(Ojo, hablo de amor, no de sexo).

Buenas noches golondrineros, sed felices.

Me olvidaba: estos días no tomo limoncello, estoy tomando un chupito de licor de café muuuy frío. Está hecho con orujo, sin aditivos, natural de Lugo. Lo hace el abuelo de Laura, el buen señor cuenta con ochenta y ocho años, y sigue haciendo el orujo mezclándolo con café o naranja con un resultado que espanta a la gripe A y templa el karma. Ja. ¡está de muerte sana!


1 comentario:

Anónimo dijo...

En esta ocasión no estoy deacuerdo contigo.
¿Que seria de las personas si no intercambiaramos amor?
Al dar amor, damos lo mejor que tenemos.