Los tres mosqueteros han sido derrotados, no por D'Artagnan, claro, pero sí por ZP.
Y eso a pesar de ir bien armados. Han disparado sus buenos dardos cargados de cruda realidad. Pero la coraza infranqueable del caballero que no toca el suelo (por temor a hundirse en él) ha resistido con sus, ya más que conocidos, argumentos que pueden resumirse en “mira qué bien lo hago”.
Pepa Bueno, Ana Blanco y Juan Ramón Lucas: Cual mosqueteros portavoces del sentir de muchos españoles, han intentado saber cómo íbamos a salir de la brutal crisis que tenemos. Como buenos profesionales, conocedores de la realidad socio económica de España, han formulado sus preguntas con concisión y claridad ¿Qué han conseguido? Nada, más de lo mismo.
Supongo que algo han logrado, audiencia, pero nada más. El presidente ha tenido a bien contestar, tal cual lo hace siempre, con sus discursos de lo mucho que se ha hecho para paliar la crisis: ciento treinta o más medidas, miles de millones, trabajo a destajo por parte de ministros y altos cargos... y qué sé yo lo que ha dicho; resumiendo, que gracias a todo eso, la oscuridad está acabando y el sol saldrá para todos en breve, así puede resumirse. Y que por supuesto le duele en el alma... no, eso no lo ha dicho ni ha querido decirlo, pero sí que se siente responsable de todos y cada uno de los parados. ¡Pobre! Casi daba lástima.
A Pepa, Ana y J.R. : Os doy las gracias por intentarlo, pero no perdáis más el tiempo, ni con el presidente ni con la oposición. No están por la labor. Quieren dar la imagen de que sí, pero no, no lo están. Cada cual por un motivo, ideológico o no, el caso es que no hay voluntad ni ganas.
Porque ni falta que hace un pacto, pero así nos entretienen. Dos meses, Ja. Luego para poner en marcha lo que sea: dos, tres, cuatro... y ya estamos en vacaciones y hay que ir a la playa o vaya Ud a saber dónde. En Julio del año pasado iban a pactar algo: gobierno y patronal. Ahí seguimos, esperando. “El que espera desespera y el que viene nunca llega”
Y mientras los que esperan revientan, no de comer, de desesperación. Ellos, todos, los unos y los otros viven felices, o no, ni me importa; pero tienen sus buenos sueldos y pueden permitirse el decir lo que les venga en gana y no contestar al directo cuando se les pregunta. En eso son expertos, sí señor, los unos y los otros tienen la gracia a raudales para llenarse la boca con frases altisonantes, o para pasarse los días diciéndose que si yo soy mejor y tú peor. Gilipolleces, con todas las letras para que no quepa duda, en eso es en lo que pierden el tiempo mientras el país se va al carajo.
Como dijo Joyce: Ya que no podemos cambiar el mundo cambiemos de conversación.
Hoy es el día (ayer, porque ya es mañana, por la hora) de la mujer trabajadora. No lo celebro, yo quiero ser mujer florero, viven mejor que yo. O en todo caso, quiero ser mujer trabajadora ministra, que cobran más. Porque lo mío no da para mucho, y no me quejo, pues muchas que están en el paro lo quisieran. Pero está claro que nos vendieron bien la burra y nosotras seguimos celebrándolo como si fuese una gracia, así nos va.
Dum spiro, spero ( viene a decir: mientras respire, tengo esperanzas) No es mía la frase.
Buenas noches, golondrineros, sed felices y no perdáis la esperanza, saldremos de la crisis.
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