24 abril 2010

DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO


La sorpresa hizo mella en mi ánimo.

A la naciente alegría le siguió la tristeza.

Mas no era tal, sino todo lo contrario.

La sonrisa y hasta la risa,

en otro tiempo y con otra suerte,

me hubiesen acompañado.

Hoy no, y así es desde hace años.

Reír puedo por todo y por nada,

llorar sólo por lo que amo.

Disfruto más que nunca,

y si grande es el gozo

mayor emoción contengo,

pues brotan raudas las lágrimas

al menor de los descuidos.

Y no se entiende, ni yo lo explico.

¡A qué decir!

Que la fragancia de una rosa,

llorar me hizo.


Fue ayer el día del libro, pero hoy sigue porque siempre nos quedará la palabra.

Sed felices, golondrineros.


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