Acabo de volver de Qatar, después de ver la carrera de motos, me he ido allí porque no tenía clara la situación de ese país. Tienen más petróleo y gas que arena en el desierto, increíble lo ricos que son. (Ya sabéis que mis viajes son por la red, o sea, que no me muevo del sillón). Haz clic en el enlace si te interesa ver su página, vale la pena.
Y me he sorprendido porque una de las Jequesas, Mozah, la segunda esposa del emir, madre de siete hijos, licenciada en sociología. Está pasito a pasito cambiando algunas cosas de esa sociedad arcaica en muchos aspectos en la que aún viven. Dicen que viste de Dior y Chanel, sin renegar de su religión, para nada. Culpa a los dirigentes árabes y asociados occidentales de la falta de libertad y democracia. Está mejorando la sanidad, la asistencia social, la formación profesional y la universitaria. Trata de llevar adelante una labor de modernización y mejora en todos los aspectos que afectan a la familia y la sociedad en general.
Y otra labor importante es su defensa de los verdaderos valores del Islam. Inició la creación de una Facultad de Estudios Islámicos. La incipiente reforma democrática va realizándose en armonía con los principios del Islam: derecho a la educación, respeto a los seres humanos, y la importancia de la familia. Y su buen hacer lo extiende en su actividad internacional en la UNESCO y en la ONU, en programas de apoyo diversos, tanto humanitarios como para el fomento del diálogo en pro de la paz. Está claro que su privilegiada posición le permite llevar a cabo múltiples obras, pero otros hay con sus mismos privilegios y no lo están haciendo. Entre sus objetivos: mejorar la comprensión, eliminar las barreras culturales y religiosas y animar a la gente a trabajar juntos en el respeto mutuo. Pero no son sólo palabras. Sheikha Mozah va colocando las bases para llegar a ello. Ojalá sigan su ejemplo.
Buenas noches golondrineros, sed felices.
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