11 octubre 2009

¿MERECE EL NOBEL EL PRESIDENTE OBAMA?

En el testamento de Alfred Bernhard Nobel está expresado explícitamente que el premio Nobel de la Paz se conceda “a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz”
¿Es Obama merecedor del premio? Hoy por hoy pienso que no. Esperamos que el premio se conceda, siguiendo lo pautado por su creador, a posteriori; es decir, cuando la persona en cuestión ha realizado una labor que ha dado sus frutos o está en camino de darlos. Pero últimamente este galardón, su concesión, deja bastante que desear. Sólo hay que ver por ejemplo: al Nobel del 2007, Al Gore. El cambio climático es su tema desde hace algún tiempo, (poco después de perder la carrera electoral frente a Bush) y por ello le fue otorgado el premio de la Paz. Que por otro lado le ha sido más que rentable por las conferencias, (pagadas a precio de oro) que ha dado por medio mundo. ¿....? Entonces se comentó que era una forma de darle en los morros al señor Bush por parte de Europa. Ahora parece ser que siguen dándole, según algunas opiniones.
No entro ya en otros galardonados porque podrían darnos las cuarenta. Ni mencionar que a Gandhi nunca se lo dieron.
¿Por qué al señor Obama le han concedido el premio? En mi opinión, una como otra cualquiera, no es por lo que ha hecho, que aun siendo importante el giro diplomático es todo muy incipiente, es por lo que esperan que haga, por lo que muchos esperamos que haga.
El premio obliga y parece que el señor Obama así lo ha entendido. No le va a ser fácil tomar decisiones con ese premio colgando en su despacho, una cruz más colgando a sus espaldas, y ya son muchas. ¿Puede un hombre asumir todo lo que se espera de él, aunque sea presidente de la nación más poderosa? Me temo que le estamos apretando demasiado entre todos. Sólo es un hombre y parece que quieran convertirlo en un mesías que redima a este mundo de todos sus males. No sé si le dejarán que haga honor a ese título, sus decisiones no son sólo suyas.
A pesar de todo, mis felicitaciones al señor Obama, y ojalá podamos celebrar dentro de algún tiempo que fue un premio dado a la esperanza y que valió la pena porque no defraudó a quienes lo concedieron.
¡Suerte señor Obama!

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