20 noviembre 2009

CECILIA BARTOLI EN SACRIFICIUM

Lo último de Cecilia Bartoli, mezzosoprano italiana que a mí me encanta y no soy la única, es un CD en recuerdo de los castrati. Durante un par de siglos, miles de muchachos fueron castrados en el nombre del arte canoro; el reino de Nápoles era de donde procedían la mayoría, (entre dos y tres mil anuales). Ayudaba la necesidad, la miseria en que vivían numerosas familias les impulsaba a condenar a sus hijos a la castración por el horrendo crimen que consigo llevaban, ser pobres. Aunque no todos los castrados podían llegar a ser grandes del arte canoro, sí conseguían muchos defenderse una vez formados, en otros niveles siempre relacionados con la música, el canto y su entorno. Tal práctica, propia de sociedades incivilizadas, era vitoreada con el famoso, “Evviva il Coltellino” (viva el cuchillito). Y era así porque los castrati tenían las mejores voces, los mayores registros, la perfección en la respiración.

La Scuola dei Castrati de Porpora, (compositor, maestro de canto y empresario napolitano) fue por derecho propio la más representativa por su calidad. Nápoles era en aquellos momentos, finales del s. XVIII, la capital de la música en Europa gracias a los castrati.

La bestialidad física que supuso la castración para tantos jóvenes, no era nada comparado al daño psíquico. Pero lo que hoy nos horroriza fue en su momento motivo de placer inmenso para los amantes del arte canoro: óperas, cantatas y obras religiosas, varios cientos, escritos especialmente para ser interpretados por los castrati. Verdaderas obras de arte muchas de las cuales precisan de unos pulmones fuera de serie. Con ellas se ha atrevido Cecilia Bartoli, y no soy entendida, pero te corta el aire escucharla.

Como tantas otras veces la historia supera lo que podamos imaginar. En nombre del arte, de cualquier arte, se han llevado a cabo verdaderas atrocidades cuyos resultados hoy nos maravillan; justo es, que alguien recuerde y valore a: Farinelli, Caffarelli, Salimbeni, Appiani, Porporino; quizá los más grandes entre los muchos que fueron castrati, para dar el mayor esplendor de todas las épocas de la historia de la música europea.

Cecilia Bartoli ha realizado junto con Il Giardino Armonico dirigido por Giovanni Antonini: SACRIFICIUM. Y es, dicho con una palabra, ¡Bestial!

¡Brava Bartoli! Brindo por ella con limoncello.


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