Ya tenemos polémica, que si sí, que si no. Pues mi voto es a favor, por si a alguien le interesa. Perooo.... porque tengo peros, faltaría más. Lo que en este país no podemos esperar, hoy por hoy, es que el personal sea maduro y responsable a base de decretos o leyes. En mi opinión, una como otra cualquiera, debe de existir un control para evitar el abuso en el uso. Y es sencillo, los centros de salud, sin cita previa ni más requerimientos que la solicitud por parte de la usuaria, deberían proporcionar la píldora de forma gratuita. Al tiempo que proporcionen información directa y puntual, hacer constar en la ficha de la usuaria el hecho. Hoy en día con la informática, bien utilizada, podemos tener una base de datos de los usuarios perfectamente actualizados e intercomunicados. Cualquiera que precise de la píldora pueda acercarse al primer centro de salud, y que ello conste para posteriores ocasiones y poder llevar un seguimiento de su utilización. Claro que eso requiere trabajar con una optimización de los recursos, eficacia y eficiencia, que no sé hasta que punto podemos llevarlo a cabo. Pero debe hacerse por el bien de la salud. Pues ya me explicarán como podemos entender el aumento del control en la medicación, hace falta receta casi hasta para las juanolas, y en esto cero patatero. Puede que nuestros dirigentes piensen que los jóvenes de este país son más sensatos y están más preparados que sus padres, por tanto pueden hacer uso de medicaciones sin tanto control, pues yo dudo que sea así. Y que sea GRATUITA, porque no todo el mundo tendrá los veinte euros para comprarla, y porque es mucho más económico para el país, regalar la píldora que asumir el coste de los abortos y todo lo que acarrea en aquellos casos en que el nacimiento luego no se asume en la medida que precisa, (hablamos de abandonos, de falta de atención sanitaria, nutricional o educación) Si con ello evitamos embarazos no deseados y abortos menos deseados aún, algo estaremos logrando. Repito pues mi voto a favor.
Otra historia es la oportunidad de la medida. Se hace pública unos tres meses antes de ponerla en marcha, justo antes de una campaña electoral, intentando rebañar unos votos. ¡Porca miseria! siempre igual. La política y sus cuentas, que a veces les salen bien y otras mal, pero queda feo y se les ve el plumero cantidad. Porque ya me dirán, no me lo dirán pero lo pensarán, con lo poco que se está haciendo en este país a pesar de lo mucho que precisa que se haga. Y justo el tema de la píldora, se estrujan la mente no hay duda, pero no como debieran. Y apoyo la medida, sí lo hago con mis peros, perooo lo hago.
Nos han dejado caer en poco tiempo, que una niña de dieciséis años: que necesita permiso para ir a visitar un museo con su colegio, que no puede votar, ni fumar ni beber alcohol. Puede, o podrá quizá, abortar no ya sin permiso de sus padres, ni siquiera con su conocimiento. Y ahora no ya con dieciséis, con catorce, o doce. Sin control de nadie, no ya sus padres, ni médico alguno, puede tomarse las píldoras que le vengan en gana. El gobierno les está diciendo a los jóvenes de este país: "Haz lo que te salga de las pelotas porque eres el rey del mambo" todo para, insisto, rebañar unos votos. Porque está claro que a determinadas edades, más entraditos en años, es más difícil convencer hay que tener resultados, mostrar algo más que el caramelo del tonto.
Sólo le queda decirles "Oye ve al cole si quieres eres libre para tomar decisiones y no asumir las consecuencias"
Y mientras los padres tendrán que seguir asumiendo el alimentarles, el vestirles, el pagar las hipotecas de las casas en las que viven, el romperse los cuernos en pagar colegios o cursos que supuestamente les preparen para que el día de mañana tengan una formación. Seguirán renunciando a su tiempo de ocio por satisfacer sus necesidades ociosas. Intentarán darles un mínimo de principios, transmitirles algo de lo que ellos saben. Todo eso harán la mayoría de padres a pesar de que el gobierno les está diciendo: "Tú no decides, tú no controlas, tú ya no eres nada en la educación de tu hijo; porque soy yo, quien hago las normas, yo quien regulo, yo quien pongo y quito libertades, yo quien compro el voto de tu hijo al precio que sea...yo soy el amo del mundo"
Buenos días golondrineros, que nadie os quite la sonrisa, ni la palabra.
Otra historia es la oportunidad de la medida. Se hace pública unos tres meses antes de ponerla en marcha, justo antes de una campaña electoral, intentando rebañar unos votos. ¡Porca miseria! siempre igual. La política y sus cuentas, que a veces les salen bien y otras mal, pero queda feo y se les ve el plumero cantidad. Porque ya me dirán, no me lo dirán pero lo pensarán, con lo poco que se está haciendo en este país a pesar de lo mucho que precisa que se haga. Y justo el tema de la píldora, se estrujan la mente no hay duda, pero no como debieran. Y apoyo la medida, sí lo hago con mis peros, perooo lo hago.
Nos han dejado caer en poco tiempo, que una niña de dieciséis años: que necesita permiso para ir a visitar un museo con su colegio, que no puede votar, ni fumar ni beber alcohol. Puede, o podrá quizá, abortar no ya sin permiso de sus padres, ni siquiera con su conocimiento. Y ahora no ya con dieciséis, con catorce, o doce. Sin control de nadie, no ya sus padres, ni médico alguno, puede tomarse las píldoras que le vengan en gana. El gobierno les está diciendo a los jóvenes de este país: "Haz lo que te salga de las pelotas porque eres el rey del mambo" todo para, insisto, rebañar unos votos. Porque está claro que a determinadas edades, más entraditos en años, es más difícil convencer hay que tener resultados, mostrar algo más que el caramelo del tonto.
Sólo le queda decirles "Oye ve al cole si quieres eres libre para tomar decisiones y no asumir las consecuencias"
Y mientras los padres tendrán que seguir asumiendo el alimentarles, el vestirles, el pagar las hipotecas de las casas en las que viven, el romperse los cuernos en pagar colegios o cursos que supuestamente les preparen para que el día de mañana tengan una formación. Seguirán renunciando a su tiempo de ocio por satisfacer sus necesidades ociosas. Intentarán darles un mínimo de principios, transmitirles algo de lo que ellos saben. Todo eso harán la mayoría de padres a pesar de que el gobierno les está diciendo: "Tú no decides, tú no controlas, tú ya no eres nada en la educación de tu hijo; porque soy yo, quien hago las normas, yo quien regulo, yo quien pongo y quito libertades, yo quien compro el voto de tu hijo al precio que sea...yo soy el amo del mundo"
Buenos días golondrineros, que nadie os quite la sonrisa, ni la palabra.
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