07 mayo 2009

SILENCIOS

Silencios

Me duele tu silencio

Me rompe el alma no escuchar tu llanto

cuando sufres

Me quiebro en desesperanza

sin saber si ríes

Me aturde no saber

qué te preocupa

Quisiera saber de tus miedos infundados

y desvelos justificados

Anhelo conocer tus esperanzas e ilusiones

saber qué añoras, qué sueñas

Silencio

Y tu silencio me grita en mis adentros

Ahuyenta mi confianza

Y mata el amor que por ti siento

Hay tanto silencio en tus palabras

Que me hablan, me dicen, me cuentan

Noticias, rumores, historias ajenas

Nada me importan

¿Y de ti? nada

Sólo silencio

Y grito en medio de la nada

Asfixiada por esta vida loca de ruidos

Por miles de discursos que escuchamos

Monólogos que no esperan respuesta

Por no oír lo que sentimos

No hay tiempo para hablar de tus silencios

Ni de los mios

Ni de tantos otros que por no decir

Ya ni piensan

Y grito contra eso

Alzo mi voz contra el silencio

El tuyo, el mío

Y el de tantos otros

Que hablan de continuo

En silencio


Y así es en lo cotidiano, hablamos mucho, tanto que la cabeza se nos llena de mil cosas, pero ¿qué dicen? nada, nada nos dice aquel o aquella, aquellos que nos importan. Hablamos y hablamos pero poco nos comunicamos. Falta tranquilidad, sinceridad y ¿por qué no? amor, para darnos a los demás y al tiempo recibirles. Hay que comentar lo último en política, de sociedad o incluso del Gran Hermano, pero nada nuestro. Sonrisas falsas en nuestras bocas que de tanto hacerlas ya parecen buenas. ¡Qué pena! Sí, pena, porque ¿qué estamos haciendo? vivir las vidas de otros ¿Y las nuestras, dónde quedan? A veces me pregunto si realmente las tenemos, o quizá las hemos prestado. Sí, somos público, espectadores de la nada, del vacío que supone lo externo. Cierra los ojos por un momento y piensa, pero no en nada externo, piensa en ti. En lo que te gusta de verdad, en lo que sientes, en lo que quisieras meditar y no haces. Haz ese ejercicio y verás. Te darás cuenta de cuanto silencio hay en ti, tanto como el que das y recibes de los demás. A mí me gusta hablar, también tengo silencios cuando hablo, pero cada vez menos cuando escribo, pero aún los tengo.

Buenas noches golondrineros, hoy he apurado una copa de Limoncello y otra de Sambuca Amore mio (un licor a base de flor de anís típico de Ischia). Bueno tampoco penséis que las copas son de litro, son chupitos.

Sed felices y dejad vuestros silencios ganaréis en vida, en vivir vuestra vida.







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